No es tanto el esfuerzo humano que se ponga en la Empresa Ganadera lo que impulsa el éxito, es la manera orquestada como cada equipo se complementa con otro
Aun cuando existen diferentes tipos y estilos de empresas, todas sin excepción tienen en común los siguientes fines: 1) se crean para generar ganancias (dividendos) a sus dueños; 2) tienen la misión de crecer; 3) deben perdurar en el tiempo y 4) está compuesta por individuos que forman equipos de trabajo para lograr las tareas y objetivos encomendados.
La Real Academia Española (RAE) define a un individuo como “cada ser organizado, sea animal o vegetal, respecto de la especie a que pertenece”; si se considera esta definición dentro de la finca, en adelante Empresa Ganadera (EG), existen muchos individuos que representan “equipos de trabajo” que, estando organizados, cumplen con cada responsabilidad asignada para que en conjunto se alcancen los fines empresariales descritos anteriormente.
Considerando esta perspectiva como una base alterna para el análisis de la EG, cada empresario ganadero tiene una función fundamental como líder, misma que se despliega en varios roles críticos asociados a las finanzas y rentabilidad de su EG; el líder (y no solo dueño o ganadero) debe trazar el rumbo a seguir (planear), administrar los recursos monetarios y no monetarios bajo los criterios de suficiencia, eficacia y eficiencia que lleven a su máximo aprovechamiento, pero sobre todo, es el designado a ser arquitecto de sus equipos de trabajo teniendo en cuenta las habilidades y competencias de cada individuo para que puestas en conjunto sean un bloque sólido de capacidades.
Pero ¿cuantos equipos de trabajo coexisten en la finca?; quizás muy pocos se preocupan por responder esta pregunta y hasta quizás en identificarlos, lo que invita a hacer una reseña de ellos con la mejor y genuina intención de visibilizar potenciales áreas de oportunidad de mejora, encontrar brechas entre lo actual y el deber ser, e impulsar una posible acción para construir o reforzar los llamados “Equipos de Alto Desempeño”, y finalmente considerar el ciclo básico de mejora continua denominado PHVA (Planear, Hacer, Verificar, Actuar).
Equipo 1: El Personal de la empresa ganadera
En toda explotación ganadera hay colaboradores que cumplen un abanico de actividades, muchas de ellas desarrolladas al mismo tiempo, las que en la buena teoría deben “empujar” hacia el mismo objetivo-meta; lamentablemente no todo el tiempo sucede de esta manera. Todos aquellos que conocen el funcionamiento de una finca saben que en una alta proporción del tiempo los colaboradores se enfocan en las tareas urgentes y quizás menos importantes dejando las realmente importantes relegadas a un segundo plano aun cuando pudieran ser (y la mayoría de las veces son) críticas para garantizar la eficiencia productiva. Stephen Covey en su libro “Primero, Lo Primero (1999)” describe en su modelo el impacto positivo de mantener el foco en el cumplimiento de aquellas actividades más importantes sean o no urgentes.
Cuadro N°1: La priorización de actividades en función del impacto sobre la productividad de la Empresa Ganadera hace más efectivos a los equipos. Nótese que la mayoría de las actividades deben ser “Importantes” lo que muestra un buen grado de planificación del trabajo. Tomado de: Covey, S.: Primero, Lo Primero (1999).
Equipo 2: Las “Vacas” o El “Hato” de la empresa ganadera
El paradigma estándar laboral y empresarial establece que todo individuo(s) considerado “ineficiente” y de “bajo desempeño” son rápidamente retirados de la nómina y reemplazados por otros individuos con mejores credenciales (llámese competencias y habilidades) para cumplir con las tareas encomendadas; sin embargo, resulta muy extraño que este paradigma sea duramente ejecutado sobre los colaboradores, mientras que generalmente se perdona a una parte de “las vacas” o del “hato” que son altamente ineficientes y de bajo desempeño, muchas veces dándoles más de dos (2) nuevas oportunidades.
Generalmente este “perdón” viene asociado por una gran cantidad de alegatos justificadores del bajo desempeño e ineficiencia, desencadenando esto en unas vacas que están en la finca, que comen y beben, son cuidadas, y usan recursos pero que no retribuyen con creces todo lo que se les ha invertido durante su estadía en la EG. En otras oportunidades las justificaciones están relacionadas a la falta de eficacia y eficiencia del Equipo 1 (El Personal), un ejemplo de ello es “no se inseminó y se perdió el celo de la vaca 1010 porque estaba cambiando el aceite al tractor”; quien crea que esta situación es frecuente en el ambiente ganadero, pues está en lo correcto.
También es verdad que hay mucha responsabilidad en el Equipo 1, si no se tiene la disciplina y cultura para capturar información de campo fiel, y si no hay tiempo suficiente para evaluar cada integrante del hato en su desempeño sobre claros y bien definidos indicadores productivos (días en leche, producción de leche, ganancia diaria de peso, tasa de preñez, peso al destete, etc.), será imposible categorizar al hato de manera jerárquica desde los mejores individuos con mejores actuaciones productivas hasta aquellos con peor desempeño y eficiencia a quienes (en el contexto de cualquier otra empresa) el departamento de Recursos Humanos le enviaría un memoradum con copia a su supervisor (en este caso el Empresario Ganadero) solicitándole incrementar su productividad o será prontamente desvinculado de la empresa.
Por otro lado, la cadena de valor por el cual se mide cada individuo deberá ser definido por el líder del equipo, es decir, que todas las personas integrantes de cada equipo tenga claramente delimitada la cancha donde actúa, lo que se espera de él y sus niveles de responsabilidad; claro está que las vacas no son capaces de expresar con viva voz sus pensamientos, pero si son capaces de expresarse mediante sus datos productivos y, para ser justos y buenos seleccionadores, todas tendrán que ser evaluadas con el mismo racero.
El líder con su equipo(s) debe definir y estandarizar las unidades de medición del desempeño de sus vacas (hato) como consecuencia de las acciones de cada equipo sobre la operación ganadera, de tal forma que, conocer muy bien y estar suficientemente familiarizado con las herramientas a usar (vacunas, antibióticos, antiparasitarios, minerales/vitaminas, alimento, software de registros, equipos, etc.) es fundamental para que se pueda definir el resultado del uso de las herramientas. En este caso, si el factor para la toma de decisión es solo el precio de la herramienta a usar, la posibilidad de invertir el recurso monetario de manera errada es muy alto y por consecuencia no se logrará el objetivo productivo; sería como instalarle llantas de campero a un sedán deportivo de alta gama simplemente porque son más baratas.
Así como en las empresas de cualquier ramo, también en la EG se necesita establecer un modelo de negocio que rija el cumplimiento de los objetivos operativos y financieros, y esa es una tarea realmente ardua, ya que requiere de una visión muy clara del futuro deseado, dejando de lado los paradigmas y atreviéndose a diseñar un modelo de operación único y especial para cada finca o EG, y esto solo se logra con el concurso de todos los equipos involucrados.
Saber qué se vende (litros de leche, calidad de leche, terneros destetos, kilogramos de carne, genética, genómica) es fundamental para diseñar el modelo de negocios en función de su máxima eficiencia y por ende productividad.
Equipo 3: La Infraestructura de la empresa ganadera
Ninguna empresa será capaz, al menos en el sector pecuario de establecerse sin tener la infraestructura adecuada, la pregunta a responder en este caso es: ¿realmente la infraestructura actual cubre justamente las necesidades productivas actuales y futuras?; vale recordar que el desarrollo de infraestructura debe seguir a la estrategia aplicada en el diseño del modelo de negocios y la dirección a tomar, simplemente porque involucra el uso de recursos monetarios que deben ser depreciados en el tiempo impactando negativamente el estado de resultados como un gasto, y no será hasta que se complete este proceso que empezará a generar plusvalía.
Equipo 4: La Dirección de la empresa ganadera
El ámbito de la dirección tiene que ver con la forma como se integran los equipos de trabajo bajo el ojo crítico del líder para el análisis de desempeño, cumplimiento de objetivos y toma adecuada de decisiones; para esto es fundamental tener toda la información disponible, tener sesiones de trabajo recurrentes al menos a régimen mensual y con minuta escrita sobre plan de acción; en el mundo empresarial de hoy día, la toma de decisiones en equipo y bien informadas se ha convertido el principal factor crítico de éxito.
Finalmente, no es tanto el esfuerzo humano y mental que se coloca en la Empresa Ganadera lo que impulsa el éxito; es la manera orquestada como cada Equipo se complementa con otro como un engranaje que mueve una maquina finamente entonada, que cumple con sus obligaciones, trabaja impulsando el esfuerzo hacia la misma meta, integrando los talentos, habilidades y competencias individuales para complementar falencias entre individuos lo que hace posible que un grupo de ellos no trabajen al mismo tiempo, sino que trabajen juntos. De igual forma funcionará su Equipo de Vacas (Hato), sí todas tienen competencias, capacidades y potenciales similares, más rápidamente llegarán a entregar los resultados planteados y serán responsables de su persistencia en la nómina de la Empresa Ganadera, y muy seguramente cada una de ellas retardará la tan temida llamada de Recursos Humanos por bajo desempeño.
Juan C. Álvarez S.; MV