Aproximadamente el 50% de las utilidades son generadas en los primeros 100 días de lactación; durante este periodo el retorno del costo invertido en alimentación es de 3:1, mientras que en una lactancia tardía es de 1:1. La meta de cada hato debería ser que la vaca pase el mayor tiempo de su vida productiva en lactancias tempranas; esto representa un reto en el manejo reproductivo del hato, en especial en la detección de celos, ya que se deben de enfocar los esfuerzos en preñar a la mayoría de las animales lo más pronto posible después de haber pasado su Periodo Voluntario de Espera (PVA).
Para cada vaca, los días en lactación estarán determinados por los días a los que se logre la concepción (días abiertos). Por ejemplo, si un animal se preña a los 90 días, tendrá una lactación de 300 días en leche (90 días a la concepción + 210 días de gestación al secado= 300 días en leche).
En estos ejemplos, los relojitos en color blanco indican la producción de leche en libras. Los relojitos negros muestran el porcentaje de retorno sobre el total invertido. El de la izquierda en la lactancia completa y el de la derecha en los días de gestación (área sombreada en azul claro).
Entonces en este animal habrá una lactación con buena rentabilidad, ya que su periodo de secado llegaría cuando aún tiene buenos niveles de producción y sigue manteniendo un retorno económico.
En contraste, cuando por diferentes motivos la concepción se retrasa, por ejemplo, hasta los 300 días abiertos, obligará a mantener en línea al animal (ordeñándose) hasta los 510 días en leche (300 días a la concepción + 210 días de gestación al secado= 510 días en leche). Entonces se estará ordeñando durante un periodo en el que su nivel de producción no llega a cubrir los costos de mantenimiento e, incluso, si se decide secarla por anticipado, durará más tiempo sin producir, además de correr el riesgo de sobre-condicionarse y presentar problemas de salud durante el periodo de transición.
En conclusión, el potencial productivo de un establo está determinado en gran medida por la distribución de los días en leche de las vacas en producción que componen el hato.
En el gráfico anterior el promedio de días en leche del hato es de 185 y el promedio de producción para todo el hato es de 39 litros/día. Si promediamos la producción de las vacas con más de 300 días en leche, este promedio baja a 28 litros.
Esta distribución de días en leche en gran medida estará dada por la distribución de los intervalos entre partos de los animales que se logran preñar en el ciclo reproductivo previo.
En el gráfico se observa que en este hato, el 73% de las preñeces se lograron antes de los 150 días abiertos y estas vacas tendrán un intervalo entre partos menor a 14.2 meses, por lo que tendrán una lactación de máximo 360 días en leche.
Además del decrecimiento en producción, un intervalo entre partos más largo resulta en menor número de crías durante la vida productiva de la vaca, menor número de becerras de reemplazo y por lo tanto una pérdida potencial en los ingresos. Hatos con un desempeño reproductivo deficiente experimentan un mayor desecho involuntario debido a problemas reproductivos; el incremento en la tasa de desechos también incrementa la necesidad de novillas de reemplazo y algunas veces este desecho involuntario obliga al productor a desechar novillas de primera lactancia que aún no han cubierto el costo de su crianza.
Evaluación de la eficiencia reproductiva
Tasa de preñez: Actualmente uno de los índices más aceptados para evaluar la eficiencia reproductiva es la “tasa de preñez”, que indica la proporción de vacas elegibles para servicio que resultan gestantes en cada periodo de 21 días. Hay dos grandes factores que determinan la tasa de preñez en cada ciclo de 21 días:
Tasa de servicio: De todas las vacas elegibles, cuántas logran ser inseminadas o servidas.
Tasa de concepción: De todas las vacas inseminadas, cuántas logran una gestación.
Como se observa en el ejemplo, la detección de celos es una de los principales componentes de la tasa de preñez. Algunos autores han reportado que alrededor del 85-90% de la variación en días abiertos es causado por diferencias en la detección de celos y solo 10-15% es debido a diferencias en la tasa de concepción.
Detección de celos
La rentabilidad y la eficiencia del desempeño reproductivo requieren de una rutina y una detección de calores a conciencia junto con una apropiada sincronización con el tiempo en el que se depositará el semen. Fallas en la detección de calores son el principal factor contribuyente en un bajo desempeño reproductivo; aproximadamente un 50% de los calores en un establo lechero no son detectados. Además, estudios de niveles de progesterona demostraron que hasta un 15% de las vacas presentadas para inseminación realmente no se encuentran en celo debido a fallas en la precisión con la que son detectados los celos.
Factores que afectan la detección de celos
Nivel de producción
En estudios recientes se ha encontrado que la manifestación del celo ha disminuido, como se muestra en la siguiente tabla:
En un estudio realizado, se encontró que el nivel de producción afecta la duración del celo y además también reduce la probabilidad de detectarlo aún con diferentes periodos de observación.
Medio ambiente
Tipo de alojamiento, tipo de pisos (pisos de cemento lisos o resbaladizos disminuyen la manifestación del celo), densidad de población (una área apretada que inmoviliza a los animales como son los apretaderos en la sala de ordeño evitan que las vacas que no estén en celo se muevan y se van a observar falsos calores), temperatura del medio ambiente y variación durante el día.
Aspectos de salud y nutricionales
Problemas de cojeras resultan en menor actividad de monta o se dejan montar cuando no están en calor debido a que es muy doloroso tratar de evitar ser montadas. Dentro de los factores nutricionales podemos mencionar la perdida de condición corporal después del parto, animales con mayor pérdida de peso manifiestan menor actividad.
Condiciones sociales
Proporción de vacas gestantes en un corral, día del ciclo estral de las compañeras de corral, número de vacas en pro-estro o en estro en el corral. Se sabe que mientras más vacas vacías ciclando se encuentren, la expresión del celo tiende a incrementarse.
Herramientas para mejorar la detección de celos
Debido a la complejidad en la detección de celos se han diseñado una serie de herramientas para que de alguna manera se logre mejorar las tasas de detección de celos, que a su vez van a modificar positivamente las tasas de concepción y, por ende, la tasa de preñez. Dentro de las herramientas para detectar los celos podemos mencionar las siguientes:
Observación visual: Es uno de los métodos más comúnmente usados para la detección de celos. Es una herramienta simple y económica, con la desventaja que involucra mano de obra. Este método involucra la observación de signos primarios y secundarios del ganado durante 30 a 40 minutos, al menos dos veces al día, usualmente temprano al amanecer y al anochecer. El dejarse montar es el único y verdadero signo primario de que la vaca de encuentra en celo.
Para lograr una buena eficiencia bajo este método los factores que influyen dentro de otras cosas, son:
- Conocimiento en los signos de celo.
- Tiempo dedicado a la detección de celos.
- Horario dedicado a la detección de celos.
- Instalaciones donde se encuentran alojados los animales.
- Salud del hato.
Crayonéo (tiza) o pintura: Se aplica crayón o pintura desde la cresta del sacro hasta el maslo de la cola, de tal manera que cuando la vaca es montada, este se va borrando. Un requisito indispensable para optimizar el uso de esta herramienta es la aplicación diaria de crayón y la lectura del mismo.
Detector de montas: Es un método económico y fácil de usar, se pega en la cresta del sacro de la vaca o novilla y cambia de color cuando el ganado es montado, provee una vigilancia de 24 horas al día de la actividad de montas entre el hato y, dependiendo del tipo de dispositivo una cápsula puede ser rota o bien una fina película puede ser removida provocando el cambio de color indicando la actividad; algunos detectores de montas pueden fosforecer en la obscuridad ofreciendo ayuda adicional.
Animales marcadores: Estos pueden ser usados para detectar los animales en celo. Pueden ser toros con pene desviado o vasectomizados o con ambos procedimientos para evitar la posible penetración/fecundación, también puede usarse hembras freemartin tratadas con testosterona. Generalmente se colocan marcadores de barba (chin ball). Los animales marcadores tienen ventajas y desventajas: los toros son peligrosos y la respuesta hormonal es variable y a los marcadores de barba debe dárseles mantenimiento regularmente.
Dispositivos electrónicos
Heat watch: Monitorea cuando la vaca es montada con 24 horas de vigilancia y comprende: 1) radiotransmisor en miniatura sensible a la presión con una batería de 3 volts de litio asegurado en una bolsa resistente al agua que se pega a través de una maya de nylon en el sacro de la vaca; 2) un receptor de señal; 3) un buffer que almacena los datos de actividad hasta que se descarga a un programa de computo que es capaz de generar una lista de vacas en celo y una lista de actividades de manejo rutinarias. Este sistema es dependiente de la actividad de monta de las vacas; no funciona muy bien en vacas que no montan.
Monitores de actividad: Estos sistemas incluyen podómetros y medidores de actividad; han incrementado su popularidad recientemente y colectan información 24 horas al día, 7 días a la semana y pueden eficientemente encontrar animales en celo especialmente esos con celos muy cortos en duración.
Los podómetros son dispositivos electrónicos que miden la actividad al caminar o pasos y el dispositivo está unido a pata o mano del animal y la información es trasmitida durante el ordeño cuando la vaca camina por un portal cerca de la sala de ordeño o con un lector en el cubículo de la sala. Esto significa que la información es cargada al sistema de cómputo para su análisis 2 o 3 veces al día, dependiendo del número de ordeños.
Medidores de actividad: Estos dispositivos electrónicos aparecen más recientemente y tienen tres componentes básicos: 1.- El monitor en la vaca que mide el movimiento; 2.- Una estación que colecta la información y la transfiere; 3.- Una computadora. Dependiendo del sistema la información puede ser descargada automáticamente o en intervalos de tiempo predeterminados.
Finalmente los beneficios de estos dos sistemas consisten en que se monitorea la actividad de la vaca sin la necesidad de ser inyectada u observada; esto potencialmente ahorra mano de obra y costos de hormonas reproductivas, más la capacidad de detectar el inicio del calor más eficientemente que conduce a un mejor tiempo de inseminación.
Dentro de las desventajas, como en cualquier otra herramienta de manejo, hay una curva de aprendizaje en el uso de los sistemas, la posibilidad de alterar los horarios de inseminación; y la mayor de todas, el costo de la inversión.
La sincronización de celos o sincronización de la ovulación: El uso de hormonas reproductivas para sincronizar grupos de animales y reducir el tiempo de detección de celos ha sido unan herramienta comúnmente usada que nos permite inseminar a todos los animales tratados en un tiempo preestablecido.
MVZ MC Luis Alonso Ruíz Juárez