Para realizar un adecuado examen de los ovarios por ultrasonido se requiere de habilidad por parte del examinador para ubicarlos en la cavidad pelviana y de una correcta técnica de palpación rectal que le permitan manipular manualmente cada ovario con suficiente destreza, con el fin de lograr varias imágenes ecográficas y así detectar las diferentes estructuras presentes en el mismo. Es importante anotar, que el ovario debe entrar en estrecho contacto con el transductor para así lograr buenas imágenes y poder identificar plenamente la mayor cantidad de estructuras presentes en él.
En la pantalla del ecógrafo, los folículos se caracterizan por ser estructuras relativamente circulares, menores de 2.5cm, que contienen una cavidad anecogénica rodeada de una pared ecogénica delgada, mientras que el cuerpo lúteo se caracteriza por ser ecogénico y generalmente superar los 2.0cm de diámetro en su estado maduro (Figura 5). Se debe tener en cuenta que una sola toma del ovario no permite dar una diagnóstico definitivo sobre qué estructura (folicular o luteal) se halla dominando en el momento del examen y obviamente, es importante evaluar detalladamente ambos ovarios.
Figura 5. Ovario con folículo maduro y cuerpo lúteo. (Foto: Humberto Guáqueta M.V. Clínica de Reproducción Animal. Universidad Nacional de Colombia)
Teniendo en cuenta que el transductor más utilizado para las exploraciones transrectales en las vacas es el de 5.0 o 7.5 MHz, dentro del examen ecográfico de los ovarios se puede visualizar el estroma ovárico, algunos vasos sanguíneos, cuerpos hemorrágicos, cuerpos lúteos, folículos y, cuando se encuentran presentes, algunas patologías como los quistes de los ovarios. Las estructuras que reconocemos con mayor facilidad son los folículos (antrales, preovulatorios y ovulatorios), debido a que todos ellos tienen una cavidad llena de líquido que resulta altamente anecogénico, y entre mayor sea el grado de desarrollo folicular mejor será su visualización a la ecografía. Por el contrario los cuerpos lúteos y el estroma del ovario tienen diferentes grados de ecogenicidad dependiendo de su consistencia y masa celulares, por lo que se verán con diferentes tonalidades de gris en la pantalla. La ecografía de los ovarios puede suministrar información importante con respecto a la etapa del ciclo estral (dinámica folicular), momento de la onda folicular, y contribuir enormemente al diagnóstico temprano de la gestación cuando se encuentra un cuerpo lúteo funcional ipsilateral al cuerno gestante.
En algunos estudios se ha comparado la eficiencia en el diagnóstico de los folículos por palpación rectal frente a la ecografía, encontrando que los folículos entre 10 y 15 mm. de diámetro fueron visualizados en el 90% de las ecografías mientras que únicamente el 62% de ellos fueron detectados por palpación rectal. Sin embargo, en numerosas investigaciones referentes a la dinámica folicular ha sido posible visualizar y medir folículos menores a 5 mm. de diámetro. (Figura 6)
Figura 6. Imagen ultrasónica del ovario bovino mostrando varios folículos menores a 6 mm. Durante la emergencia de una onda folicular. (Foto: Humberto Guáqueta M.V. Clínica de Reproducción Animal. Universidad Nacional de Colombia)
Es indudable que un transductor de mayor frecuencia (7.5 MHz) permitirá una mejor detección de folículos pequeños. Sin embargo, el transductor de 5 MHz, que es el que comúnmente se utiliza debido a su menor costo y a su mayor utilización en otras áreas de la medicina veterinaria, sirve con aceptable eficacia dependiendo de la habilidad del operador. En un estudio, se observó cómo la sensibilidad del ecógrafo aumenta a medida que aumenta el tamaño folicular hasta el punto que es muy fácil determinar la presencia y el número de folículos dominantes en un momento dado del ciclo. Igualmente se muestra que con un transductor de 5 MHZ se pueden detectar folículos desde 2mm los cuales tienen importancia en programas de aspiración folicular. (Seneda et al., 2003).
La última etapa del desarrollo folicular culmina con la ovulación. Esta es, sin duda alguna, una de las aplicaciones prácticas del US en la reproducción bovina ya que al realizar el seguimiento de la última onda folicular, el folículo dominante se podrá monitorizar hasta que alcance su máximo tamaño. Cuando esto ocurre, el folículo empezará su proceso ovulatorio; dicho proceso se puede identificar a través del ultrasonido, ya que el folículo que originalmente era redondeado por la gran cantidad de fluido acumulado en su interior, empieza a perder forma. Adicionalmente, el poco fluido folicular presente en este momento, empieza a tornarse ecogénico y la pared folicular finalmente se colapsa (Figura 7).
Figura 7. Folículo ovulatorio de 18 mm en ovarios de una vaca en celo y posteriormente se observa el ovario con ausencia de la estructura folicular después de la ovulación (Foto: Clínica de la Reproducción Animal, Universidad Nacional de Colombia).
Es indudable que este tipo de seguimientos cobran mayor importancia a nivel de investigación en fisiología reproductiva. Sin embargo más adelante se discutirán las aplicaciones prácticas que este tipo de estudios genera. Adicionalmente este comentario sirve para destacar, que sin un adecuado conocimiento de la fisiología, en este caso folicular, sería prácticamente imposible saber cuáles son los estados normales del ovario para determinar cuándo se tornan patológicos y así tomar decisiones terapéuticas. Esos estudios también han permitido establecer la dinámica folicular que hoy en día es tan utilizada en programas de sincronización del ciclo estral, aspiración folicular y transferencia de embriones.
Humberto Guáqueta Munar
Médico Veterinario .Universidad Nacional de Colombia
Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia hguaquetam@unal.edu.co
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