El Gyr lechero no es la única solución para la ganadería en el Trópico, pero sí es una gran alternativa para producción lechera, como raza pura y cruzamientos.
Si la naturaleza nos dio razas para producir leche en clima templado, también creó una para los trópicos. Ese ganado, el Gyr, estaba en la India, pero al ser introducido a Brasil junto con otros Cebúes, una grave equivocación, hizo que fuera considerado una raza de carne como las demás razas Cebúes.
Sin embargo, este error fue enmendado y hoy día Brasil, además de poseer los mejores Cebúes del mundo para la producción de carne en los trópicos, también cuenta con el Gyr lechero, raza pura naturalizada brasileña, capaz de llevar adelante una lechería moderna y descolonizada, de acuerdo con nuestra realidad tropical. Esto sólo fue posible porque los criadores de Gyr lechero se reunieron y realizaron el necesario trabajo de mejoramiento en la raza y consiguieron, con objetivo y determinación, rescatar sus atributos naturales y consolidar las características deseables para un Cebú de alta calidad en producción de leche en los trópicos.
La raza Gyr, por sus cualidades propias y especiales, ofrece opciones para selección con funciones bien definidas y distinguidas. La selección según la función zootécnica de la raza —leche o carne— no formó variedades diferentes en la raza, pero sí aptitudes de producción desiguales, con biotipos próximos a lo que se estaba mejorando, carne o leche. Así, es importante que existan mecanismos para certificación de los productos que den garantía y credibilidad para distinguir los animales de la raza Gyr.
El Gyr lechero cuenta con datos de pruebas zootécnicas que permiten validar su capacidad productiva; esa es la gran diferencia con otros linajes de la raza, cuya información es inconsistente y carece de respaldo. El hecho de que la Asociación Brasileña de Criadores de Cebú (ABCZ) haya separado en los juzgamientos al Gyr lechero del Gyr de Doble Propósito es un reconocimiento de las diferencias morfológicas en cuanto al tipo de ambos ganados, aunque encuadrados los dos en el patrón racial exigido para registro.
Naturalmente, el patrón racial puede también ser cuestión de belleza, principalmente para aquellos que por largo tiempo han venido criando y admirando la raza por ese atributo, pero tal refinamiento por sí solo es demasiado subjetivo. La insistencia en esa antigua tradición, en realidad, es perjudicial porque va en detrimento de la selección según los puntos económicamente importantes.
Historia
La raza Gyr criada en Brasil corresponde a la raza del mismo nombre de la India, que es incluida en el Grupo III de la clasificación de Joshi y Phillips (1953). Es originaria de las regiones de Gyr en la península de Kathiawar.
Los primeros ejemplares de la raza Gyr introducidos a Brasil llegaron probablemente alrededor de 1906, en una de las importaciones efectuadas por Teófilo de Godoy. Sin embargo, el señor Wirmondes Machado Borges, criador del Triángulo Minero, aseguraba haber sido él quien la introdujo en 1919. Otras tres importaciones de la India fueron sumamente importantes para la formación del Gyr brasileño. En 1955, el criador Joaquim Machado Borges importó, vía Bolivia, 114 cabezas. Posteriormente, en 1960, el ganadero Celso Garcia Cid, de la provincia de Paraná, consiguió licencia del gobierno federal para introducir, luego de una cuarentena realizada en Paranaguá, 102 animales, 70 de ellos de la raza Gyr. Después de la liberación de importaciones entraron en el territorio brasileño, en 1962, gran número de animales Cebú, entre los cuales 153 Gyr, principalmente para los criadores Celso Garcia Cid, Torres Homem Rodrigues de la Cuña, Rubens de Roble y Jacinto Honório da Silva.
Aunque el mayor interés por la raza Gyr haya surgido después del auge de la formación del Indubrasil, su difusión en Brasil fue bastante rápida y alcanzó todo el Brasil donde es criado en la mayoría de las provincias.
La hegemonía del Gyr se mantuvo hasta el final de los años sesenta. Hasta esa época la raza tuvo alta importancia en el escenario económico y fue incluso la base para la formación del Indubrasil, pero a partir de entonces perdió espacio ante los otros Cebúes, que demostraron su excelente aptitud para la producción de carne en las más diferentes condiciones de manejo extensivo.
Muchos países de América Latina importaron de Brasil animales de esta raza. A través de México y posteriormente por importaciones oficiales, el Gyr brasileño tuvo gran influencia en la formación del Brahman estadounidense, principalmente de la variedad Roja.
El Gyr sin cuernos (mocho)
Como los demás cebúes mochos, el Gyr sin cuernos debe de haberse originado a partir de cruces de animales de la raza con aquellos de la raza Mocha Nacional existentes en el estado de Goiás, que por su parte tiene sus antecedentes en los primeros animales ‘Bos taurus taurus’ introducidos al país por los colonizadores ibéricos. En la década de 1940, el ganadero Gérson Prata adquirió 12 vacas mochas ‘agyradas’ del señor Adolfo Prata y empezó a aparearlas con sus mejores toros Gyr con cuernos. Hoy son varias las haciendas que se dedican a la cría de la nueva variedad, seleccionada principalmente para producción de carne y en algunos casos para leche.
El Gyr lechero
En la década de 1930, cuando la raza Gyr tuvo gran valorización en Brasil, algunos ganaderos escudriñaron pacientemente las haciendas de esta raza dispersas por todo el país y seleccionaron muchos de los ejemplares que se distinguían por la capacidad lechera.
El Gyr lechero es resultado de la selección efectuada tanto por entidades gubernamentales (Estación experimental de Umbuzeiro, en el estado de Paraíba, y Hacienda Experimental Getúlio Vargas en Uberaba, Minas Gerais), y por ganaderos de los estados de São Paulo (João Batista Figueiredo Costa, de Casa Branca; Francisco Figueiredo Barreto, de Mococa; Continentino Jacinto, de Franca; José Fernandes de Carvalho, de Caçapava, y José Francisco Junqueira Reis, de Lins); Minas Gerais (Rubens Resende Peres, de São Pedro dos Ferros; Gabriel Donato de Andrade, de Arcos; Randolpho de Melo Resende, de Uberaba, y Arthur Souto Maior Filizola, de Jequitibá), y Río de Janeiro (Manoel y José João Salgado dos Reis, de Rio das Flores). Ellos comenzaron sus rebaños Gyr Lechero a partir de ese ganado Gyr comprado, originarios de las importaciones efectuadas de la India en 1906, 1919, 1955, 1960 y 1962.
El mérito de estas personas es equivalente al de quienes realizaron las históricas importaciones de las razas Cebú para el Brasil, porque no permitieron que la aptitud lechera natural de la raza se perdiera totalmente. Ellos son la historia viva del Gyr lechero, porque formaron rebaños tradicionales que adquirieron identidad propia. Algunos de esos rebaños son hoy manejados por sus herederos; otros ya no existen, pero se advierte su influencia en los hatos de los criadores actuales más destacados.
Las vacas de fundación de esos criadores pioneros del Gyr lechero eran oriundas de los rebaños Gyr seleccionados para carne, pertenecientes de los criadores más tradicionales de la época y que no se mostraban adecuadas al sistema de producción extensivo. Eran vacas que esos criadores descartaban de su rebaño, porque eran ‘descarnadas’, con ubres grandes y que exigía la presencia de vaquero, porque el exceso de leche dificultaba la creación del ternero y ellas tenían que ser ordeñadas para evitar mastitis o diarrea de las crías, además de que no presentaran el mismo desempeño ponderal exigido para animales de corte, que desvían todo el metabolismo para producción de carne.
La mayoría de esos rebaños Gyr lecheros, formados en la década de 30-40, siempre fueron acompañados en cuanto al registro genealógico por la ABCZ, con pedigríes evaluados; sirvieron de estudio para tesis de máster y doctorado desde su formación, no cabiendo ninguna duda en cuanto a su origen Gyr ‘hindú’.
Control lechero
El control lechero oficial fue implantado ya en 1960, después de una reunión de criadores que ya querían cotejar la producción de sus animales. Otros linajes podrían haber surgido si no hubiera existido un proceso selectivo antagónico a la producción de leche en muchos rebaños de Gyr, en los cuales se buscó un mejoramiento orientado a la producción de carne. El Gyr mejorado para leche ha estado durante varias generaciones en proceso continuo de perfeccionamiento, con producciones lecheras cotejadas que permiten distinguir los animales por el desempeño y no por indicativos subjetivos de lo que podrán ser o producir.
Hoy, sin embargo, la raza Gyr ha vuelto al mercado brasileño y contribuye a la ganadería nacional, sobre todo por su aptitud lechera, que la hace preferida para cruces con ganado europeo para la obtención de híbridos con buena producción de leche y rusticidad. Se estima que hay sangre Gyr en más de 70% de las explotaciones lecheras brasileñas.
Así, muchos de los otros criadores de Gyr ‘padrón’ están adecuándose ahora al proceso de ganadería lechera, porque el mercado y la ganadería sólo quieren el Gyr para su función lechera.
Ganado de carne Cebú son los Gyr llamados de Doble Aptitud o Patrón cuyos criadores insisten en criarlos como – Coleccionistas de Belleza Estética – sin ninguna información productiva, así tambiénlas otras razas, principalmente el Nelore, Indubrasil, Tabapuã y Brahman. El Gyr es realidad una raza ‘Bos taurus indicus’ especializada para leche, así como las razas ‘Bos taurus taurus’ europeas, sólo que adaptada a la nuestras condiciones tropicales y mejorada en Brasil en esos rebaños que hacen Control Lechero. Nadie selecciona raza especializada para otra función que no aquel objeto de mejoramiento – ganado cárnico es para producción de carne y ganado de leche para leche-.
De esa forma, si no fueran por los criadores de Gyr lechero, probablemente el Gyr estaría predestinado a la extinción en Brasil. Esos criadores supieron con perseverancia e ideales hacer asociaciones con entidades e implantar pruebas zootécnicas y de evaluaciones genéticas para promover el mejoramiento de sus rebaños, y de esa forma, también mejorar las ubres, con tetas de tamaños medios y bien colocados; procurando animales de aplomos perfectos y estructura ósea vigorosa; buena respuesta de ovulación en los procesos de TE y FIV y reducir la edad al primer parto e intervalo de partos, etc.
El Gyr debe ser mantenido como Gyr dentro de la visión de raza “pura” en términos de inventarios de pedigríes. Tenemos Gyr con el “adjetivo lechero” como recurso genético dinámico que evolucionó en el tiempo conforme a las necesidades circunstanciales del mundo tropical. La aplicación del conocimiento aconteció y el mejoramiento ocurrió.
La ganadería lechera es una actividad económica, con costos y logros, siendo el interés del productor aumentar la rentabilidad, reducir gastos y/o por elevación de los precios de su mercancía producida. El Gyr lechero reduce los costos en lo componente alimentación, medicamentos, asistencia veterinaria y con las instalaciones más rusticas y simples.
Como todo bovino, el Gyr Lechero tiene sus necesidades nutricionales para mantenimiento, crecimiento y producción, sin embargo, su exigencia, su índice de metabolismo y de ingestión de alimentos es más bajo en relación a las razas taurinas. Por ser animal adaptado, no sufre stress y quema menos energía, pues tienen menor producción de calor metabólico y lo disipa de manera eficiente, estando en confort fisiológico permitiendo que pasen el día en pastoreo, mismo en las horas con temperatura elevada.
El éxito del Gyr lechero puede ser medido también por la comercialización de sus productos adicionales a la leche. En ese aspecto representa una utilidad económica garantizada.
De otro lado, el éxito del Gyrolando es debido a la existencia del Gyr Lechero, animal rustico, con capacidad productiva cada vez mayor. Sin duda el Gyrolando representa hoy un bien (o recurso genético) del cual disponemos para ganadería lechera tropical. Las dos razas pilares que construyeron el Gyrolando originaran un nuevo genoma (Bos taurus tauríndico), conjugando las afinidades biogenéticas de cualidades intrínsecas de cada una de ellas.
Algunos datos de productividad
Actualmente, el Gyr lechero pasa por un periodo de acelerado desarrollo. La ganadería lechera de los países tropicales necesita de opciones que permitan una explotación más eficiente dentro de sus realidades económica y ambiental.
Los animales lecheros para los trópicos deben tener algunas cualidades, como: docilidad, longevidad, alta fertilidad, baja mortalidad, tamaño mediano, buena habilidad materna, eficiente termorregulación, bajo costo de mantenimiento, eficiente conversión alimenticia, excelente temperamento lechero, facilidad de partos con hijos activos, alta tasa de sólidos totales en la leche, producción de leche en nivel de pastizal, adaptabilidad a las condiciones tropicales, versatilidad para cruce con razas europeas, facilidad de adaptación al ordeño mecánico, hábito de pastoreo nocturno y en horas del día con calor, persistencia en la producción y en la duración de la lactancia, tolerancia al calor y resistencia a los ectoparásitos y mastitis, alto retorno económico (leche, semen, embriones, machos y hembras)
Adicionalmente poseen otras cualidades como: integrada al sistema de producción, ‘Frame score’ de acuerdo con la edad, proteína Beta Caseína A2 en la leche, selectividad en la elección del alimento, aplomos perfectos y estructura ósea vigorosa, pezones de tamaños medianos y bien colocados, capacidad de caminar y recoger agua y alimento, la ubre ancha, con ligamentos evidentes y fuertes, limpiar y ayudar su hijo a levantar después del parto, amamantar a los hijos inmediatamente después del parto, buena respuesta de ovulación en los procesos de TE y FIV, ubres anteriores y posteriores voluminosas y proporcionales, buena índole, tranquila y obediente a comandos de vaqueros, machos con mucha libido para ejecutar monta natural a la campo, y producir hijos mejores genética y fenotípicamente que los ascendientes.
Su capacidad productiva y su rusticidad hacen destacar al Gyr Lechero como alternativa aconsejable para el productor de leche. Animales de tamaño medio (vacas adultas de aproximadamente 450 kg), resistentes y adaptados al clima permiten sistemas de producción basados en la explotación de pastizales, lo que hace posible reducir los costos de producción. Proporcionar viabilidad económica para el ganadero y ofrecer al consumidor un producto más saludable es el papel del Gyr Lechero en la ganadería tropical. Otro hecho a relatar es el número de subastas (remates) que están ocurriendo.
Ninguna raza es perfecta y por esta razón “existen muchas”, tanto primogénitas como sintéticas. Así, todos ganaderos deben procurar conocer las bondades y debilidades de las razas y trabajar día a día para resaltar sus cualidades y corregir sus debilidades. Por eso es preciso tener ‘foco’ en aquello que se desea y en el sistema de producción que se quiere.
Una raza es escogida en relación a las otras por presentar un conjunto de calidades superior. Ninguna raza se hizo numerosa o fue adoptada por imposición o propaganda. La ‘mídia’ por veces, afecta momentáneamente el comportamiento del mercado. Sin embargo, la consolidación y fijación de una raza sólo ocurre si ella ofrecer atractivos adicionales, con ganancias de productividad que impliquen en ganancias económicas, disminución de costos de producción y de los incontables riesgos que envuelven la actividad pecuaria.
En este contexto, el Gyr Lechero se destaca por presentar virtudes adecuadas, oportunas y peculiares para alcanzar crecientes niveles de adelanto en la ganadería lechera tropical.
A pesar de que anteriormente hubieran sido marginalizados por todas las personas conectadas a la ganadería (tal vez por superstición y convencionalismo), hoy los criadores de Gyr Lechero en Brasil se consagran como referencia mundial de rebaño Cebú sometido a las más modernas análisis estadísticos y de pruebas de evaluación zootécnica del desempeño funcional, lo que valora, con criterios objetivos, el trabajo de selección que efectúan. Ganaron en precisión, credibilidad y confianza, con reconocimiento internacional, posibilitando aumento de las divisas brasileñas con apertura de mercado en la ganadería lechera tropical.
Ningún argumento contrario cuanto la predestinación del Gyr como raza lechera es válido. Los avances en el mejoramiento para producción de leche no causaron interferencia o perjuicio en las características de tipo y de peso. Afianzamos que el destino del Gyr es seguir su propensión espontánea e instintiva de producir leche. Las limitaciones y posibilidades climáticas de la gran mayoría de los países tropicales permiten hacer del Gyr Lechero la opción indicada para la ganadería lechera tropical, utilizada como raza pura, en cruces y para ser el cimiento de formación del Gyrolando.
Por este motivo, los criadores de Gyr lechero vienen recogiendo un intercambio técnico-científico y operacional de acción cooperativa con entidades de investigación y universidades, capaz de promover un «marketing” agresivo de un programa de mejoramiento genético, que dio credibilidad a lo que venían haciendo empíricamente ya con algún éxito.
Brasil ya posee, hoy, con certeza, una raza brasileña Cebú pura para la actividad lechera moderna y descolonizada, de acuerdo con la realidad del productor del mundo tropical. El Gyr es la única raza Cebú “especializada” para producir leche.
Como ya hemos dicho “El Gyr Lechero no es la única solución para la ganadería en el Trópico, pero sí es una gran alternativa necesaria para producción lechera, como raza pura y para utilización en cruzamientos”.
M.V. Doctorado en Mejoramiento y Producción Animal