Colombia hoy se encuentra con grandes oportunidades para aprovechar la ganadería y sus cadenas de valor. Lo primero que hay que decir es que los indicadores de productividad y de reproductividad del sector bovino colombiano vienen mostrando mejorías desde hace una década; sin embargo, aún hay trabajo por hacer hacia adelante, respecto al comparativo con grandes potencias ganaderas las cuales hoy surten el mercado internacional de carne.
Es evidente que países como Brasil, Argentina, Uruguay y México tienen mejores índices frente a la tasa de natalidad, a la ganancia de peso diario, a la edad del sacrificio e incluso en el rendimiento en canal. Es necesario entonces, enfocarse en el mejoramiento de temas sanitarios, de alimentación, genética y de manejo en finca para el aprovechamiento de las oportunidades de mercado que hoy se dan, pero que además requerirán de bienes públicos adecuados.
Dinámica de la exportación de carne
En octubre de 2018, cuando se perdió el estatus sanitario, el precio del kilo de novillo gordo cayó más de $750, lo cual indica la sensibilidad que tenemos en nuestro estatus y que justamente con la recuperación de éste, en febrero de 2020, la dinámica sobre el precio ha sido fenomenal. Tal dinámica, obedece a las mayores exportaciones de carne y de animales en pie que se han tenido en los últimos dos años y medio, considerando de todas maneras, que el futuro del negocio ganadero está en la exportación de valor agregado y no de la materia prima; es decir, exportar carne y no tanto novillos.
Exportar carne brinda la posibilidad de vender en mercados que tienen mejor poder adquisitivo y que hace contraste con el ingreso monetario mediano bajo de Colombia. Sin duda, hay cortes de carne que por su precio son más fáciles de colocar en el mercado internacional frente al mercado interno. Y es que el negocio ganadero frente a las exportaciones de carne ha cambiado sustancialmente frente a lo que ocurría hace una década. Hasta el año 2013 el 98% de las exportaciones de carne se dirigían a Venezuela, lo que requería una logística sencilla de refrigeración básica y un transporte terrestre para colocar los envíos en el vecino país.
Nuevos mercados para la carne colombiana
Con el cierre del mercado venezolano en 2013, se tuvo que reconstruir la estrategia comercial y llegar a otros lugares del mundo. Siendo así, se abrieron los mercados de Rusia, Medio Oriente, Norte de África, y recientemente Asia Pacífico, para sumarse a lo que quedaba del Caribe y América del Sur. Con estos destinos la logística en el transporte se ha hecho más compleja, sin embargo, se siguen conquistando nuevos mercados.
Hoy en día no dependemos de un solo mercado como Venezuela. En 2020, a pesar de la pandemia, se tenían abiertos 14 mercados a los cuales se exportaron 34 mil toneladas de carne equivalentes a 123 millones de dólares, mientras que, en animales vivos, en dinero se llegó a los 143 millones de dólares. En 2021, fueron 26 los mercados de destino para la carne colombiana, sumando 248 millones de dólares mientras que, en animales en pie las ventas fueron 151 millones de dólares.
Datos de exportaciones de carne colombiana
En los primeros cuatro meses de 2022, las exportaciones de carne y animales en pie en conjunto suman 201 millones de dólares, y se espera cumplir la meta que se definió en 2018, en donde se planteó que para 2022 se logre exportar 500 millones de dólares. En el largo plazo, el horizonte a 2032 es lograr exportaciones superiores a 1000 millones de dólares en donde el 85% lo constituye carne y productos cárnicos, y el 15% restante bovinos en pie.
Tenemos la ventaja hoy de tener el precio más competitivo del novillo gordo entre las potencias ganaderas del mundo, lo que convierte al país en un buen mercado para los compradores internacionales. Actualmente, el precio del kilo del novillo gordo en Colombia es de US$ 2,29, Brasil US$ 2,33, Chile US$2,41, México US$2,63, Argentina US$ 2,87, Uruguay US$ 2,83, y Estados Unidos US$2,94.
Justamente frente a Estados Unidos tenemos la ventaja del precio del novillo, pero además se cuenta con la zonificación del país frente a la fiebre aftosa realizada por el ICA en 2020, la cual permitirá que en el corto plazo Colombia tenga una zona libre sin vacunación que abarca gran parte de la zona Caribe y el noroccidente de Antioquia. Con esto se podrá dar apertura a un mercado de mayor valor como lo es el de Estados Unidos.
Precisamente la agenda internacional bilateral entre Colombia y Estados Unidos se ha acelerado con el fin de que la carne colombiana tenga admisibilidad en dicho país. En los próximos días, la autoridad sanitaria americana visitará nuestro país para continuar con el proceso de apertura.
En este sentido, al poder llegar a mercados de mayor valor, el precio de la tonelada de carne tendrá márgenes de rentabilidad más amplios que podrán beneficiar la cadena de valor. Mientras que, en 2021 Argentina vendió la tonelada de carne en promedio US$ 4.880, Brasil US$5.107, Uruguay US$5.818, Colombia lo hizo en US$4.397.
Otra ventaja importante que tiene Colombia es el tamaño del hato ganadero cercano a los 30 millones de bovinos, situando al país en el número once del hato bovino del mundo. Sin embargo, vale la pena evaluar si es necesario que el hato crezca aún más, o mantener el nivel actual y alternativamente hacer un esfuerzo en el mejoramiento productivo y reproductivo de cada animal, a través de estrategias que ya hemos comprobado como exitosas en el país como son los sistemas silvopastoriles intensivos, estrategia que proporciona inmensos beneficios al medio ambiente y además dan un salto de innovación respecto a la eficiencia de los animales.
Es necesario entonces dar dicho salto productivo pues en el mediano plazo la intención es abrir los mercados de China, Singapur, Canadá, Unión Europea, Filipinas, Argelia, Malasia y Estados Unidos para colocar carne colombiana allí permitiéndole al sector ser parte de la lista de productos exportados con más de 1000 millones de dólares como lo son el café, el banano y las flores.
Mercado interno y algunas variables
Pero no todo puede estar centrado en el comercio internacional pues el grueso de nuestra producción se dirige al mercado interno, de allí la importancia que en una economía de ingreso medio como es la colombiana, se tengan productos acordes al poder adquisitivo de sus consumidores.
Es importante por ello, contar con materias primas competitivas empezando por el novillo gordo que, si bien es el más competitivo en el entorno internacional, internamente ha subido de precio a un mayor ritmo de lo que ha subido el ingreso per cápita, el cual, al contrario, se ha deteriorado en la última década.
De la misma manera, insumos como los fertilizantes y suplementos han subido de precio, lo cual requiere del establecimiento de estrategias funcionales para sustituirlos; de allí la importancia de avanzar en la implementación de sistemas ganaderos sostenibles para fomentar la fertilización orgánica y cada vez depender menos de la fertilización química.
Pero, además, es importante tener en cuenta riesgos que afectan la actividad ganadera, los temas sanitarios, que si bien se minimizan con la estrategia de zonificación siempre estará latente, debido al riesgo aftoso por cuenta del vecino país Venezuela.
Otro riesgo por considerar es el relacionado con el clima, el cual afecta a Colombia de manera importante pues por su posición geográfica los fenómenos de el Niño y la Niña se han hecho cada vez más intensos y prolongados. Efectivamente cada vez tendremos veranos más largos e impactantes y lo mismo sucederá con los inviernos, generando dificultades en la planeación agropecuaria, como con la disponibilidad adecuada del recurso hídrico.
Tampoco se pueden desconocer los riesgos de mercado que por fortuna hemos ido minimizando pues ya no dependemos sólo del mercado venezolano, sino que existe un portafolio de cerca de 30 países que compran los productos del sector ganadero.
Por último, tampoco se pueden ignorar los riesgos políticos, los cuales son evidentes, pues el país ha venido siendo objeto cada vez más de propuestas populistas que en nada contribuyen al fortalecimiento de nuestra economía y al mejoramiento de la inversión.
Sin embargo, el momento actual de la ganadería colombiana es uno de los mejores en los últimos 15 años, por lo cual se debe aprovechar, pero además generar condiciones para que sea sostenido y perdurable en el tiempo traduciéndose en mayor generación de riqueza para el sector y desarrollo para el país.
Oscar Cubillos Pedraza
Jefe de Planeación y Estudios Económicos
Federación Colombiana de Ganaderos – Fondo Nacional del Ganado