La sostenibilidad en ganadería puede describirse como la forma de mantener los sistemas biológicos, nuestros potreros productivos en el tiempo y, en equilibrio de una especie, en nuestro caso, la bovina con los recursos de su entorno.
Hemos hecho ganadería durante los últimos 60 años basados en la utilización de los recursos nativos con ganado adaptado a las condiciones del entorno, usando forrajes nativos, árboles locales y sin el uso de herramientas externas como: maquinaria agrícola, semillas extranjeras, fertilizantes de síntesis química o herbicidas.

Potreros con biodiversidad de gramíneas y hojas anchas nativas en los cuales los bovinos se encuentran confortables y con los nutrientes necesarios para su eficiente desempeño, basado en un sistema de pastoreo con una diversa oferta de forraje con muchos árboles, han sido la base de nuestra sostenibilidad.
El utilizar los recursos locales en armonía con la naturaleza, permitiendo a esta expresarse a partir de biodiversidad, es parte del éxito para mantener la sostenibilidad. Cada región ecológica tiene componentes que se han adaptado a las condiciones medioambientales de la zona comportándose de manera eficiente.
Nuestros forrajes nativos están en concordancia con el entorno en el que evolucionaron en el tiempo. Colombia y América Latina, cuentan con los recursos genéticos locales adaptados para que podamos producir de manera eficiente sin necesidad de recurrir a insumos externos.

La biodiversidad es uno de los pilares de la sostenibilidad; en nuestra región contamos con suficiente cantidad de especies vegetales –hasta 200 por hectárea- para tener una producción de biomasa que alimente al ganado en las diferentes épocas climáticas del año en el trópico bajo.
Los potreros biodiversos son una fuente eficiente de alimento de excelente calidad para los bovinos, esos potreros biodiversos presentan cambios en su arquitectura y composición a través del tiempo, en algunas épocas predominan las gramíneas y arvenses, en otras predominan las leguminosas; en cambio los potreros en monocultivo sufren de manera inclemente de los cambios en el clima de nuestro país; tenemos especies nativas que se desarrollan muy bien en la época lluviosa como son algunas gramíneas como la Guaduilla Homolepsis aturensis, el Canutillo Hymenachne amplexicaulis y leguminosas como el Frijolillo Calopogonium muconoides, preparando nuestro ecosistema para la época de sequía y brindar alimento de calidad al ganado, igualmente algunas gramíneas soportan y producen de manera eficiente en la época seca, caso de la maciega o pajón, Paspalum virgatum, las gramas como el Paspalum virgatum.
La biodiversidad permite un equilibrio en el entorno y que las plagas no ataquen las praderas polifiticas. Potreros con diversidad de forrajes contienen plantas que aportan niveles diferentes de proteína y minerales convirtiéndose en una alternativa nutricionalmente rica en nutrientes permitiendo así mantener la salud y producción de los bovinos.
El mayor patrimonio de la humanidad es el suelo; a partir de él obtenemos alimentos que nos permite vivir. Sin un suelo sano la humanidad no tendrá la oportunidad de mantenerse en el tiempo, es por ello que debemos cuidar el suelo, no agredirlo, mantenerle su integridad, en nuestro caso con la ganadería debe hacerse de manera regenerativa, siendo la naturaleza la que determine las especies presentes en nuestras praderas, cuidar es utilizar al mínimo la labranza del suelo, es no hacer uso de fertilizantes químicos ni herbicidas, es no hacer quemas, es dejar descansar los potreros adecuadamente, haciendo ocupaciones cortas con altas cargas instantáneas de ganado y utilizando especies zootécnicas productivas a cada nicho ecológico para ser lo más eficiente posible.
José Antonio Velásquez S
