La transferencia de embriones en bovinos fue conocida a partir del primer nacimiento derivado de esta práctica, en Wisconsin en el año 1951 (Willett et al., 1951) y en Colombia en 1980. Sin embargo, fue hasta el año 2001 que tuvo su auge comercial gracias a veterinarios que tuvieron la oportunidad de capacitarse en la técnica bajo el concepto de MOET (Ovulación múltiple y transferencia de embriones) conocida como lavado convencional y super ovulación, en asocio con empresas privadas y productores ganaderos que importaron hembras puras desde Norte América y Brasil en los años 80 y 90. Desde entonces, han pasado 40 años de trabajo investigativo y comercial de esta biotecnologia reproductiva asistida en Colombia.
La fertilización in vitro (IVP) es una técnica eficiente y práctica (Brackett y Zuelke, 1993) que permite dar uso a las donadoras en intervalos de 20 a 40 días con la adaptación no invasiva de la técnica de aspiración folicular (OPU) y sin necesidad de procesos hormonales con la posibilidad de trabajar el animal en sus diferentes estados, ya sea prepúber, recién parida, servida o preñada y sin la intervención negativa en su salud.
Además, con el uso de la tecnología “citometría de flujo”, se identifican y separan los espermatozoides X y Y en semen sexado (Johnson et al., 1994; Johnson, 2000), potencializando el uso de toros y donadoras, reduciendo costos y tiempo en un programa de mejoramiento genético.
Los procesos de maduración de ovocitos y cultivo embrionario contribuyen al uso aplicativo en la investigación científica y comercial de las células madre, clonación y embriones transgénicos (Campbell et al., 1996; Niemann & Kues, 2003); del mismo modo, al control de enfermedades de transmisión sexual y al práctico uso en la exportación e importación de material genético.
El uso de crioprotectores altamente permeables como el etilenglicol permiten la transferencia directa de embriones bovinos (Voelkel & Hu, 1992; Hasler et al., 1997) y es un método eficiente de crio preservación, con resultados semejantes a los obtenidos en fresco (Leibo y Mapletoft, 1998).
Con el uso de la genómica en donadores, macho o hembra y la fertilización In vitro (Seidel, 2010), se obtienen mayores resultados en el proceso de selección, gracias a la mayor reducción del intervalo generacional, aumentando de esta manera la ganancia genética, a diferencia del esquema tradicional.
Nuestra actualidad
Estamos frente a un incremento exponencial del uso de la fertilización In vitro. En Colombia se presumen más de 80.000 embriones transferidos al año y 1.500.000 en el mundo, Viana (2021). Esta situación nos demuestra, que es la técnica más utilizada para reproducir animales de alto valor genético.
Gracias a medidas vanguardistas y al uso de este paquete tecnológico, obtenemos en PROGENE más de 2.000 embriones mensuales con una produccion del 23% con semen sexado, 30% con semen convencional y con una taza de preñez del 51% en promedio, como reflejo de la correcta implementación tecnológica aplicada a la ganadería, con estándares de calidad y resultados óptimos, lo cuales llevan al productor a satisfacer un mercado nacional e internacional, interviniendo positivamente la eficiencia reproductiva del hato ganadero para mejorar estándares productivos, al tiempo que alcanza sus metas económicas.
Un uso inadecuado de las biotecnologías, obedece a la falta de conocimiento del ganadero y/o de experticia del profesional que lo asesora. Es usual escuchar comentarios del tipo: “Las receptoras se están alistando; se encuentran sin toro esperando una programación para el servicio, esperando fecha del técnico después de dos meses para una próxima transferencia, etc,”. Del mismo modo, a las inadecuadas tasas de producción o de preñez que llevan al productor a desistir de un programa de mejoramiento genético.
Con un programa correcto de sincronización para trabajos In vitro, se espera que la natalidad sea mayor que la de monta natural. Esta experiencia ha sido ampliamente demostrada en repetidas ocasiones.
Factores a tener en cuenta para lograr una natalidad igual o superior que en la monta natural
Protocolos de sincronización
Aunque inicialmente fueron creados para simplificar la técnica de inseminación, se encontró que en muchas vacas en anestro y novillas prepúberes se inducía al celo y posterior preñez, reduciendo el tiempo al primer servicio, concepción en las novillas, disminución en días abiertos e intervalo entre partos de vacas.
Con el uso de esta biotecnología se pueden servir y preñar animales, que de forma tradicional seguirían vacíos por carencia de ciclicidad, en ocasiones, a causa de una conducta nutricional inadecuada.
Resincronización
No es indispensable iniciar protocolo a los 12 días pos transferencia. Sin embargo, si es pertinente realizar el diagnóstico de lo transferido entre los 22 a 40 dias, con el fin de separar al animal preñado y juntar las vacas vacías para sincronizar ese mismo dia con los lotes que hayan quedado aplazados.
En este proceso se encontrarán para sincronizar:
- Vacías trasferidas en el último trabajo.
- Animales que no sirvieron en la última trasferencia y fueron sincronizadas.
- Aplazadas (novillas y vacas recién paridas) que no entraron en el último protocolo por falta de condición en peso, edad o estatus ovárico.
Mayor cantidad de vientres en protocolos
Seleccionar a los mejores animales reproductivamente (con cuerpo lúteo) y postergar a los que están en anestro superficial y profundo, ofrece un beneficio a la tasa de aprovechamiento y concepción. Sin embargo, habrá una disminución en la taza de preñez y en la natalidad.
Una vez cumplidas las metas de peso al primer servicio en novillas, así como el tiempo en el periodo de espera voluntario en vacas, es necesario sincronizar la mayor cantidad de vientres de estos dos grupos, independiente a que el estatus ovárico no llegue a tener la condición ideal de ciclicidad, ya que el beneficio del protocolo de progestágenos y estrógenos permite que muchas de ellas sean trasferidas y en el mejor de los casos, preñadas.
Plano de mejora nutricional
Lo ideal son animales con condición corporal de 3 a 3.5, aunque muchas receptoras no cumplen tal estado al inicio del protocolo. Por tal razón, es importante concientizar a productores y/o encargados, para que al inicio del protocolo los animales estén comiendo muy bien.
Caso contrario, deberán cambiarse de potrero para iniciarles un plan de aumento de peso durante el tiempo del protocolo, la transferencia y hasta el primer diagnóstico, para que respondan mejor al protocolo.
Tasa de aprovechamiento
Esta tasa es directamente proporcional a la condición corporal, al plan nutricional del momento y al estatus ovárico. Contar con una tasa alta de respuesta en las receptoras, no garatiza el camino al éxito.
Hay que tener presente que, en un protocolo de mejora de tasa de preñez, receptoras con bajo estatus de respuesta pueden bajar el aprovechamiento, pero, subir la preñez al final con la consecuente natalidad. Sin embargo, lo ideal es seguir las recomendaciones nutricionales adecuadas para mantener un porcentaje de utilización óptimo.
Tasa de concepción
Los siguientes factores son determinantes, sin dejar de lado la sanidad, la época del año y demás.
- Calidad del embrión.
- Experticia del técnico en transferencia.
- Respuesta de la receptora.
- Condición nutricional al momento de la transferencia.
Si la producción de embriones es estable en cantidad y calidad y si el técnico tiene la experticia, es esperable una buena tasa de concepción.
Identificar sub fertilidad
Para lograr estándares reproductivos altos y estar más cerca a la meta de un ternero al año, es necesario que el productor identifique dentro de la población, qué animales, bajo las mismas circunstancias, no responden a la hormona repetitivamente o, si después de 3 servicios no se han preñado. Esto con el fin de incluirlos como última instancia en el grupo de toro, o para que sean sometidos al descarte de vientres, por ser animales subfértiles.
Introducción de un mediano productor lechero de doble propósito del Trópico Bajo Húmedo, del municipio de Caparrapí – Cundinamarca, al programa de mejoramiento genético por TE
De 14 transferencias de embriones realizadas en un intervalo de tiempo de 46 días en promedio, se aspiraron 5.4 donadoras promedio de raza Guzerat, con 1512 ovocitos viables, un promedio de 108 por trabajo y 20 por vaca, con un total de 398 embriones empacados y 28.4 en promedio por trabajo. Se obtuvo una producción en laboratorio de 26.9% con semen sexado de razas Guzerat, Holstein y Jersey.
De 468 receptoras sincronizadas, con 33.4 promedio por trabajo, se transfirieron 340 embriones totales con un promedio de 24.2 por trabajo y una tasa de aprovechamiento del 72 %.
Del total de los trabajos se obtuvieron 191 preñeces con 13.6 promedio para el primer diagnóstico y una tasa de preñez del 56%. En el segundo diagnóstico se obtuvieron 169 preñeces en total con 12 en promedio por trabajo y una tasa de preñez del 50%.
Hubo una pérdida entre el primer y segundo diagnóstico de 21 preñeces, con un promedio de 1.5 por trabajo con un porcentaje del 11.5 % entre los 2 diagnósticos.
Al analizar únicamente receptoras que ya parieron un embrión, que entraron a un nuevo servicio de transferencia y que nuevamente estuvieron preñadas por embrión, se encontró un total de 52 vacas con promedio de 164 días abiertos y 13 de ellas con más de 300 días. Del mismo modo, se determinó que las vacas muy abiertas eran primíparas, que generalmente no entraron a los protocolos nuevamente por presentar ovarios en condición inadecuada y que solo al final del destete se sincronizaron y preñaron nuevamente.
Aquí se refleja la importancia para este tipo de animales, de ofrecerles día a día un manejo nutricional óptimo, a fin de mantener constante el estándar reproductivo del hato.
En esta población se encontraron 12 vacas que habían parido un embrión por segunda vez a la fecha, con intervalo entre partos de 375 días. Estas vacas son multíparas con buen historial de fertilidad.
Además de tan importante beneficio en la producción, hubo una significativa disminución de enfermedades de trasmisión sexual transmitidas por el toro. Del mismo modo, la transferencia de embriones mejora en la genética del hato, aumento en la producción de leche, ganancia en kilos, venta de reproductores obtenidos en las nuevas crías por transferencia de embriones e, indiscutiblemente, mayores ingresos económicos y ganancias.
El anterior estudio nos muestra que en el hato de un mediano productor se pueden obtener altos beneficios en la producción de preñeces por transferencia de embriones, obteniendo una gran ventaja frente al estándar tradicional de monta directa, el cual venía manejando tradicionalmente.
MVZ. GABRIEL HUMBERTO CASTRO DUARTE
Director Técnico. PROGENE
Bogotá D.C. Colombia