La fertilidad de los toros es estimada por medio de diferentes parámetros en función de la fertilidad de las vacas y vaquillonas inseminadas con su semen. El diagnóstico de gestación por medio del dosaje de proteínas embrionarias en la sangre, como la PSPB (Humblot 1986), ecografía o palpación rectal permiten establecer el porcentaje de preñez en un rodeo de vacas en un momento dado. Sin embargo, otros métodos son empleados a gran escala gracias a su simplicidad y a su carácter sistemático. Los mismos se basan en el no retorno al celo de la vaca.
Las TNR precoces (24 o 28 días) sobrestiman la fertilidad, ya que aproximadamente sólo el 50% de los retornos al celo son o pueden ser observados en ese momento (Humblot y col 1991).
Por otro lado una TNR tardía disminuye el interés del estimador ya que puede no evidenciar la eventual presencia de un problema. Es por esta razón que Van Doormaal aconseja utilizar 56 días y Foote y Oltenacu recomiendan utilizar 59 días después de la IA como el estimador óptimo. Es interesante recalcar que las TNR 56 o 59 días presentan una correlación alta (del orden del 96%) con la TNR 60/90 o 75 días (Taylor y col.1985) y que a su vez este tipo de TNR es suficientemente precoz para estimar la fertilidad del toro utilizado. La evolución de la TNR a partir de dosis de semen a 25, 60 y 90 días fue motivo de varios trabajos científicos. Recientemente Decuadro-Hansen y col. (Decuadro- Hansen y col. 2000) estudiaron la evolución de la TNR en 6 toros Holstein de testaje de fertilidad desconocida en eyaculado fraccionado y diluidos en dos diluyentes diferentes: Biociphos plus™ (B+) y Bioxcell™ (Bx), en 3 tazas de dilución distintas. Fueron así utilizadas tres tipos de dosis: 1) diluidas en Biociphos plus ™ con 7 millones de espermatozoides totales antes de la congelación; 2) Bioxcell™ con 7 millones de espermatozoides totales antes de la congelación y 3) diluidas con Biociphos plus™ con 20 millones de espermatozoides totales antes de la congelación (grupo control). La evolución de la TNR de 25 a 90 días puede apreciarse en la tabla 1.
Tabla 1. Evolución de la TNR a 25, 60 y 90 días en primo-IA (n)
B+= Biociphos plus; BX= Bioxcell
Es evidente que los factores de variación de la TNR a 25 y 90 días no son los mismos. La variación de la TNR a 90 días está más ligada a las características de la población de hembras utilizada que la TNR a 25 días. Esta última estaría más influenciada por los factores que pueden actuar en el momento de la IA, como el manejo (detección de celo, intervalo parto-IA), las condiciones de inseminación y el factor toro.
En otro orden de cosas Dumont P, comparo las TNR obtenidas a partir de inseminaciones realizadas con semen de 27 toros diferentes y 76 eyaculados diluidos en Bioxcell y Triladyl yema de huevo (split ejaculate) a concentraciones de 8 a 12 millones de espermatozoides por pajuela y no encontró diferencia significativa en materia de TNR (lettre d’Andrologie, n° 8 UNCEIA, en prensa).
El porcentaje de parición se refiere al número de vacas y vaquillonas que fueron inseminadas y que parieron en un período compatible con la duración promedio de la gestación. El cálculo de este estimador supone el registro sistemático de los nacimientos, el cual no es realizado en forma rutinaria en todos los rodeos. Asimismo, esta estimación es demasiado tardía y no puede ser utilizada como instrumento de gestión en un CIA. Por el contrario constituye un parámetro interesante para calcular los índices genéticos de fertilidad (Boichard y coll. 1998).
Todos los estimadores de fertilidad obtenidos a partir de IA clásicas precisan de un número elevado de hembras para ser estadísticamente aceptables. En cada hembra, el resultado de fertilidad (preñez o vacuidad) sigue una ley binomial y su precisión depende del porcentaje observado y no del número de hembras. Así para una fertilidad del 50% observada sobre 100 vacas, el intervalo de confianza al 95% es de ± 10 puntos de porcentaje, mientras que sobre 1.000 hembras es solamente de 3,2 puntos de porcentaje. La base mínima de evaluación de la fertilidad de un toro debería ser por lo menos de 500 IA (Haferstroh y col. 1999).
Otro método de estimación in vivo de la fertilidad que permite reducir costos es la utilización de la heterospermia. La misma consiste en inseminar una mezcla de un número similar de espermatozoides de 2 o más toros, a los efectos de clasificar los mismos en función del número de terneros obtenidos de cada toro. Los terneros obtenidos deben ser identificados fenotípicamente o de lo contrario deben usarse «marcadores genéticos» (ADN). La clasificación de fertilidad obtenida es repetible y en relación a las IA monospérmicas se necesita un número menor de hembras (Beatty y col. 1969). A su vez la utilización de toros poco fértiles no disminuye la tasa de concepción de las hembras y por lo tanto no existen riesgos financieros.
Gustav Decuadro-Hansen. DVM PhD
Virbac, France.
Extracto de artículo Factores que influyen en la congelación del semen de toros