Las cojeras en el ganado bovino impactan directa y de manera negativa la producción de leche, los índices reproductivos y la condición corporal del animal. Lo anterior debido a que los animales con esta afección –dolor y estrés– ven limitados sus desplazamientos para la búsqueda de pastos, bebederos y rutinas de ordeño.
Por otra parte esta condición disminuye la presentación de celos y aumenta los días abiertos; en el macho se manifiesta en la dificultad al momento de montar la vaca y en los animales de alto valor genético para show, una buena locomoción son determinantes al momento de juzgamiento del ejemplar. No se debe descartar la reducción de la vida útil del animal dentro del hato por los daños irreversibles que se desprenden de algunas cojeras.
Si se llevarán estas consecuencias a números, cualquier cifra puede resultar corta.
¿Juega la nutrición un papel importante?
Cuando escuchamos que la laminitis es el principal factor desencadenante de los problemas en pezuñas, en el cual las endotoxinas liberadas por las bacterias habituales del rumen al morir por la acidificación del mismo, viajan por el torrente sanguíneo y se alojan en las laminillas de la pezuña, debemos realizarnos las siguientes preguntas:
¿Por qué solamente un solo dedo de 8 que tiene el bovino está afectado?
¿Por qué se manifiesta en un 95% en el dedo lateral de las extremidades posteriores?
¿Por qué después de una adecuada intervención, sin modificar el tema nutricional el animal regresa a su condición normal?
Cómo se puede apreciar en la imagen, la anatomía de la pezuña no da cabida a espacios para inflamaciones de cualquier origen, especialmente por traumas.
Cojeras por traumas
Las extensas distancias que el ganado recorre para ir al ordeño, las superficies irregulares, duras y abrasivas, los tiempos en estación de los animales en las salas de espera, los suelos resbaladizos, las piedras, el concreto, la topografía de nuestro territorio etc, sumado a lo anterior la inclemente temporada de lluvias que reblandece la estructura cornea (pared y suela de las pezuñas) por su condición higroscópica, es decir su capacidad para absorber agua, nos llevan al padecimiento de las cojeras.
Tousan Raven, quien es considerado pionero en el estudio de la biomecánica del bovino tanto en estación como en movimiento, concluyó que el desbalance de los talones, la longitud de las pezuñas, el ángulo de las mismas y el área de apoyo sumado a las superficies duras e irregulares por donde se desplazan los animales causan traumas y problemas serios dentro de ese estuche corneo compuesto básicamente por la 3ra falange, corion, almohadilla digital, pared y suela.
Anatomía de la pezuña propiamente dicha
Respuestas sencillas a grandes preguntas desde el trauma como origen de las cojeras
¿Por qué se manifiestan principalmente en las extremidades posteriores?
Al observar la anatomía del esqueleto bovino tenemos que la unión de las extremidades al cuerpo son de diferente forma tanto en sus anteriores como en posteriores (manos y patas respectivamente). Sus manos están articuladas al cuerpo por un sistema de músculos y ligamentos quienes se encargan de amortiguar y absorber el impacto del animal con el piso. Ahora bien en los miembros posteriores la articulación con el cuerpo es rígida (hueso con hueso) recibiendo todo el impacto mecánico en sus pezuñas, causándole posibles traumas y por consiguiente el mayor porcentaje del problema.
¿Por qué el dedo lateral o externo es más susceptible al trauma?
Mirando desde atrás podemos ver una diferencia de altura entre dedo media y lateral. Al igual que en la foto, las fuerzas recibidas por la medial –interna– son por el centro en un ángulo de 90 grados y distribuidas de manera uniforme a lo largo de toda la pezuña. En la lateral -externa- las fuerzas son recibidas en ángulo y tienen un mayor impacto al interior de P3 (3ra falange). Esto da lugar a trauma adicional en lateral. El trauma adicional estimula la producción de tejido corneo. Esto da como resultado el crecimiento excesivo de la suela y en la zona del talón de dicho dedo, presentando básicamente dos de las patologías más comunes. Úlcera de suela y Absceso de línea blanca.
Ángulo de las fuerzas recibidas por ambos dedos en extremidad posteriorÚlcera típica de suela. Tacón para dar descanso al dedo enfermoAbsceso de línea blanca. Tacón para dar descanso al dedo enfermo
Conclusiones
La trascendencia del tema no solamente debe ser vista desde una óptica económica. Todavía se observa que debido a la “miopía” con la cual muchos ganaderos se aproximan a las cojeras adoptan soluciones de corto plazo carentes de bases científicas y profesionales poniendo en riesgo el bienestar de los animales y evitando que el país esté en línea coherente con los estándares internacionales relativos a la producción y profesionalización del sector.
“PREVENCIÓN ES LA CLAVE”
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