Sincval: medicamento hormonal

El mejoramiento reproductivo en la ganadería actual ha venido centrándose en los aspectos de la fisiología y la nutrición de los diversos biotipos productivos de las vacas con las que producimos, ya sea en fincas de cría, lechería tropical o en lechería especializada. Es por eso que ahora nos hemos enfocado en el conocimiento profundo del ciclo estral y su intervención, con el propósito de tener un mayor grupo de vacas inseminadas temprano, en el posparto o un grupo de novillas que, mejoren su fertilidad en el momento de llegada a su primer servicio.

Es de amplio conocimiento que la fertilidad en las vacas de leche especializada, disminuyó gradualmente a medida que se realizó la presión de selección por volumen, pasando de un promedio de 14,5 litros en los 70´s a 22 litros o más en los 20´s, con un índice general de fertilidad de las vacas del 35% y 23% respectivamente (Fricke, 2016). Para varios autores (Baruselli, 2012; Tschopp, 2019) los puntos más determinantes sobre la fertilidad de las vacas lecheras están relacionados con una disminución en la tasa de detección de celos, retraso en la tasa de ovulación de las vacas inseminadas, óvulos de baja calidad al momento de la ovulación, alta tasa de muerte embrionaria, concomitancia de enfermedades metabólicas o sistémicas del posparto, y varias condiciones de manejo (pérdida de condición corporal, poco consumo de materia seca, subdiagnóstico de alteraciones reproductivas, entre otras).

Este panorama también ha sido evidenciado en las vacas de cría de carne de nuestro país y otros latinoamericanos, donde la tasa de natalidad no ha superando el 65% de crías producidas de las hembras destinadas al servicio cada año (Nuñes, 2014).

El conocimiento de la fisiología del ciclo estral de los bovinos en sus fases folicular y luteal, permitió desde hace un par de décadas, la implementación de varios protocolos de sincronización que tienen como objetivo inducir la ciclicidad u ovulación en un grupo de hembras en un corto periodo de horas; lo que mejora algunos indicadores como tasa de servicios, tasa de ovulación y elimina la necesidad imperiosa de la detección de celos de los animales tratados.

Las hormonas que se combinan en los protocolos de sincronización generalmente se basan en: progesterona, estradiol y prostaglandina, las cuales en tienen un efecto determinante sobre las estructuras ováricas y/o uterinas, responsables de la fertilidad de las vacas y mejora la tasa de gestación y/o natalidad de los lotes que son sometidos a los diferentes protocolos. En ganadería, los protocolos son diferentes, pero se emplean las mismas hormonas en momentos y dosis diferentes; por lo cual, el manejo adecuado de los protocolos de sincronización para IATF y para receptoras de embriones debe ser empleado por personal idóneo que determina las necesidades de cada grupo de vacas.

El protocolo base para ganados de leche y cría se inicia con la utilización de dispositivos vaginales de progesterona (Dispocel Monouso o Dispocel Max), los cuales son aplicados en forma concomitante con una fuente de esteres de estradiol (generalmente Benzoato de Estradiol); esta unión de medicamentos inducen una atresia folicular y, por ende, un reinicio de las ondas foliculares de la vaca. Los dispositivos son dejados en la vagina para la liberación de progesterona, durante 6 a 9 días (según el protocolo seleccionado) y luego retirados; en ese mismo momento se aplican la otras hormonas del protocolo que cumplen con un función específica, como son Prostaglandina (DextrogenolÒ que induce la eliminación del cuerpo lúteo, y su función es producir una caída en los niveles de progesterona, que se acompañan con la retirada del dispositivo), Cipionato de EstradiolÒ (es otro éster de estradiol cuya vida media es más prolongada y actúa como un inductor de la ovulación) y Gonadotropina coriónica equina o eCG (Sincval que produce un estímulo sobre el desarrollo folicular y por ende se ha estudiado intensamente en los últimos años, ya que favorece la fertilidad en múltiples aspectos).

El Sincval es un medicamento hormonal a base de Gonadotrofina coriónica equina (eCG), que es una glicoproteína de un peso molecular de 70.000 Daltons y que es producida por las cúpulas endomietriales de las yeguas hacia los 35 a 40 días de gestación y que es liberada a circulación sanguínea, de donde puede ser obtenida para su purificación u utilización. Esta eCG posee dos subunidades: alfa y beta, similares a las de la LH y FSH, pero con mayor contenido de carbohidratos (45% de su masa), lo que le confiere características propias desde el punto de vista farmacocinético, como una vida media prolongada que, favorece su uso en una sola dosis y en dosis bajas (Nuñes, 2014, Bo, 2018). Se han realizado múltiples trabajos para explicar el efecto benéfico que tiene la adición de eCG sérica y recombinante, en diferentes momentos del protocolo de IATF y sincronización de receptoras. (Más estudios).

Derivado de esto se plantea que los efectos benéficos de la eCG sobre la reproducción bovina, en diferentes momentos del protocolo de sincronización, son:

Activación ovárica en el posparto temprano en hembras con anestro, por lo cual se emplea en protocolos de IATF luego del tiempo de espera voluntario.
Aumento del tamaño del folículo preovulatorio y, con esto, la calidad fecundante del ovulo liberado.
Aumento del tamaño del cuerpo lúteo lo que representa también una mayor funcional y producción de progesterona.
Disminución en la muerte embrionaria temprana.

Para evaluar el efecto de la adición de Sincval, en protocolos de transferencia de embriones, se realizó un experimento en vacas de carne que fueron utilizadas como receptoras de embriones, y sincronizadas con cría al pie, después de 50 días del parto (Tabla 1).

Se puede ver que la utilización de Sincval en el día 5 u 8 del protocolo tiene una significancia positiva en las tasas de ovulación, utilización, concepción y preñez en relación a la no utilización de Sincval dentro del protocolo. De igual manera se puede deducir que la utilización de Sincval en el día 5 u 8 no tuvo diferencia en las características evaluadas, por lo cual se implementó como uso rutinario la aplicación al día 8, ya que facilita el manejo de las receptoras hacia el interior de la finca.

Para evaluar el efecto de la dosis de Sincval sobre la tasa de preñez en vacas de leche después del tiempo voluntario de espera y con buena o pobre condición corporal, se evaluaron 2 dosis de Sincval en vacas Holstein de alta producción sometidas a IATF entre los 45 y 75 DEL, con protocolos de progestágenos y estrógenos. (Tabla 2).

Se puede evidenciar que para el caso de las vacas de alta producción el uso de Sincval dentro de los protocolos de IATF produce un aumento en la tasa de preñez, mostrando un marcado efecto positivo en las vacas que recibieron 250 o 500 UI (40,0%, 48,0%), en contraste a las vacas que no recibieron Sincval en el protocolo de IATF (y 16,0%) y que presentaron buena condición corporal al momento del tratamiento. Este efecto no fue tan marcado entre los animales de baja condición vs buena condición, principalmente por el bajo tamaño de la muestra; pero sí se evidencia una tendencia a mejorar la tasa de gestación en los animales de baja condición corporal y a una dosis de 500 UI de Sincval . En este caso en específico, pudimos ver que la utilización de la eCG en los protocolos de IATF en vacas de leche de alta producción, aumenta la tasa de preñez entre un 12 y 32 %.