El sueño nace tiempo atrás, con una vocación ganadera que viene de generación en generación transmitiendo dedicación, amor, respeto al medio ambiente y a los animales. Tomando como base estos pilares fundamentales, nace Ganadería Filadelfia, una finca localizada en el Valle de Ubaté, una de las cuencas hídricas más importantes de la Sabana Cundiboyacense, al ser afluente del sistema de la laguna de Fuquene, región que se caracteriza por su producción lechera.
Origen Ganadería Filadelfia
Todo comienzo es difícil, lo importante es tener objetivos claros junto a una proyección realista, evaluando he identificando las necesidades productivas de la finca en relación con la mano de obra, calidad genética de los animales y recursos naturales; haciendo énfasis en el desarrollo de herramientas tecnológicas e implementación de procesos eficientes para la ganadería colombiana.
Luego de varias investigaciones y visitas a diferentes ganaderías de la región de Ubaté, concluimos que la raza Holstein era la más apropiada para el desarrollo de nuestro hato, debido a la alta producción de leche que caracteriza a dicha raza. Siendo de conocimiento común, los ganaderos contamos con un claro limitante, la capacidad de carga de la tierra; la cual determina la cantidad de animales por área, lo que condiciona la productividad por fanegada. Quiero aclarar que en relación a la sostenibilidad (ambiental, ecológica y económica), este limitante conlleva nuevos retos, en donde mejorar la producción y la calidad de la leche no está directamente asociada al aumento del tamaño del hato, sino a un correcto manejo de recursos, experiencia, innovación y desarrollo.
Ganadería Filadelfia
El amor al campo fue la clave para iniciar con Ganadería Filadelfia, por esto las vacas no son un número más. Cada animal tiene un nombre desde su nacimiento, estos van ligados con el abecedario; es decir, que el primer año de la ganadería todas las terneras que nacieron su nombre comenzó por la letra A, por ejemplo: Atrevida, Arrebatada, Agueita, Anastasia, entre otros; el segundo año los nombres iniciaron por la letra B y, así, sucesivamente. A través de sus nombres creamos sus historias y anécdotas que vamos contándole a las personas que nos visitan a diario, también nos ha permitido llamarlas por su nombre en el momento de iniciar el ordeño o para separarlas de los otros animales del hato.
La relación diaria con cada uno de estos animales nos ha llevado a establecer vínculos cercanos con ellos; pues, aunque sea increíble de creer, en la mayoría de los casos las personalidades de las vacas hacen honor a sus nombres.
En la actualidad contamos con un hato de cuarenta (40) animales en ordeño; donde, el 55% se encuentran preñadas (sin incluir las secas, con estas la tasa de preñez está en 80%) con 140 días abiertos, superior de lo que indica la literatura de un parto por año. Es evidente que entre más días abiertos se aumentan los periodos secos, como consecuencia disminuye la producción de leche, afectando la productividad económica y la tasa de eficiencia reproductiva. Para nosotros son fundamentales estas variables; comprendemos que nuestras vacas merecen un trato especial, lo que nos ha llevado a tomar decisiones en torno al manejo de nuestra ganadería, por esta razón buscamos reducir los días abiertos a 120 días sin generar un estrés que pueda repercutir en la salud del animal.
Teniendo en cuanta lo anterior, con relación al manejo de las praderas, tenemos una variedad de forrajes compuestos por Kikuyo (65%), leguminosas y Raygrass (35%), los cuales se deben optimizar para garantizar las raciones que requiere el ganado. Por esta razón implementamos el sistema de pastoreo en franjas (cuerda adelante y una cuerda atrás), sistema que consiste en desplazar las cuerdas tres veces al día (finalizado el ordeño de la mañana, media-mañana y finalizado en ordeño de la tarde) permitiendo una óptima rotación para evitar el sobre pastoreo de los potreros. No obstante, es importante resaltar que las condiciones climatológicas juegan un papel fundamental en la producción lechera, debido a su incidencia en el crecimiento y desarrollo de los pastos como fuente principal de alimento, por lo tanto es indispensable conocer el comportamiento de las praderas. Por ejemplo, durante el verano, la rotación se encuentra alrededor de los 35 días, mientras que en invierno es superior a 50 días dentro de la finca.
De la mano con el trabajador
Consideramos que el factor humano es de gran importancia para el cumplimiento de metas ya que gracias al esfuerzo y dedicación de los trabajadores, se puede sobresalir en diferentes aspectos relacionados con la calidad de la leche, los servicios, las buenas prácticas ganaderas orientadas a la prevención e inocuidad de la leche y el control de los medicamentos. Por lo tanto desde hace tres años creamos Indicadores de Desempeño (KPIs) con la finalidad de evaluar su rendimiento y alcance de objetivos, sobre los cuales, los trabajadores acceden a bonificaciones en caso de éxito; estos se ajustan año tras años, buscando mejorar constantemente.
Dichos objetivos son medidos a través de los siguientes indicadores:
- Chequeos mensuales de mastitis mediante CMT, debe estar el promedio del año por debajo del 6%.
- Análisis de la leche mediante pruebas de calidad higiénica y sanitaria de la leche (UFC – RCS), para UFC deben estar en promedio por debajo de 150.000 para empezar a bonificar dado que trabajamos con un ordeño portátil. Este indicador es un verdadero reto, en invierno el barro y las condiciones ambientales afectan la inocuidad de la leche. Mientras que el RCS tiene que estar por debajo de 100.000 para empezar la bonificación respectiva.
- Tasa de preñez de 1.75 servicios (para el primer y segundo servicio se bonifica y del tercer servicio en adelante no tiene bonificación).
- Ganancia de peso durante el crecimiento de las crías hasta llegar al primer servicio como meta se tiene 14-16 meses de edad con un peso de 400 KG
- Productividad por fanegada de 20.000 mil LT anuales (Litros de leche / Fanegada /AÑO)
- Días abiertos por debajo de 120 días.
Es importante resaltar que los KPIs deben ser medibles y cuantificables por periodos de tiempos específicos; pues, sin indicadores un proceso no puede ser medido, un proceso que no se mide no puede ser evaluado y por ende mejorado.
Programa genético Ganadería Filadelfia
Desde hace 5 años venimos trabajando con inseminación a tiempo fijo (IATF), logrando incrementar la tasa de preñez del hato con una producción de leche estable durante el año.
En compañía del veterinario realizamos una palpación cada dos meses, con el fin de asegurar que las vacas que se encuentran en buen estado corporal con cuerpos ováricos aptos para ser inseminadas. Esto nos ayuda a tener una mejor tasa de servicios por preñez. Sin embargo, el factor humano es un factor de riesgo en la alteración de dicho resultado ya que la persona que insemina tiene que tener el conocimiento específico y requerido para realizar este procedimiento de una manera efectiva.
Es claro que, una buena genética es para toda la vida, por eso, nuestro programa genético comprende dos objetivos:
En primer lugar, el fortalecimiento de la raza Holstein dentro de la ganadería, utilizando los mejores toros a nivel mundial que se adapten a nuestras necesidades. Para esto, se realiza anualmente una clasificación lineal por animal donde se identifican 5 aspectos puntuales:
- Tren anterior y capacidad
• Fortaleza lechera
• Grupa
• Patas, pezuñas y ubre
De acuerdo con los resultados obtenidos de la clasificación se analiza la información con el objetivo de encontrar el fenotipo más adecuado y así mejorar la calidad genética del animal. Nuestra ganadería se destaca por tener animales con fortaleza lechera donde se resalta la profundidad del pecho ya que en esta zona se encuentran los órganos vitales, la profundidad de las ubres, la colocación de los pezones y el tamaño de los mismos también indispensables, pues buscamos pezones con tamaños adecuados para que en el momento de colocar las máquinas de ordeño estas se ajusten de una manera apropiada.
En segundo lugar, nace la demanda en Colombia por ganado tipo lechero (F1). Al trabajar con la raza más lechera del mundo, comenzamos a incursionar en estos cruces con la intención de crear animales que aporten una mayor producción de leche en el Trópico bajo. A la fecha, hemos realizado diferentes cruzamientos incluyendo razas criollas, donde los últimos cruces fueron con raza Blanco Orejinegro.
Indicadores de medición Ganadería Filadelfia
Actualmente existen diversas clases de indicadores para medir la productividad, con el fin de controlar y mejorar los resultados económicos. Nosotros empleamos el indicador Litros Libres el cual consideramos el método más eficiente para medir la rentabilidad real del negocio (cuando el margen es reducido), teniendo en cuenta que el objetivo es bajar los costos sin afectar la producción.
El método Litros Libres surge de la resta de los litros diarios de leche menos los costos de alimentación. Sin embargo nosotros incluimos el costo de mano de obra ya que este junto con la alimentación, son los rubros más influyentes en un hato lechero. Esto nos permite identificar el punto de equilibrio con base en la producción por lactancia a 305 días.
Para finalizar, se puede decir que cada día las ganaderías deben tener un enfoque empresarial, llevando un control de sus gastos y una proyección de sus ingresos. Hoy en día la entrada en vigor de los tratados hacen que la competitividad no sea solamente a nivel nacional sino internacionalmente (Estados Unidos, Europa y posiblemente Nueva Zelanda) dichos países cuentan con eficiencia y herramientas tecnológicas las cuales les permite alta productividad.
Los queremos invitar a velar por el cuidado y protección animal como pilar fundamental del desarrollo de cada una de las ganaderías.
Recuerda que nos pueden seguir en Instagram como @ganaderiafiladelfia