Habiendo definido las bases para el diseño de un Programa Sanitario (ver: http://Plan sanitario: salud integral en el hato ) hecho a la medida de las necesidades y características de cada hato, teniendo como fin potenciar el retorno de la inversión y hacer más rentable el ejercicio económico por medio del aumento de la productividad individual y, por ende general, llega el momento propicio para destinar un espacio exclusivo al análisis sobre la importancia de la reproducción en la empresa ganadera, las diferentes maneras de acercamiento al tema y su impacto económico mediante simulaciones financieras.
Son muchos los empresarios ganaderos que visualizan a su finca como “una fábrica de producir terneros”, sin embargo, en la práctica esta visión se hace muy retadora de alcanzar principalmente por el carácter multifactorial de la reproducción; es de ésta forma que el acercamiento a la mejora reproductiva debe llevar un orden lógico y decantado para que puedan irse atacando las causas más importantes y de mayor impacto.
El manejo y la nutrición son dos de los factores más importantes que impactan la reproducción, muchas veces se considera solo a la condición corporal como un factor de medición del estado energético de la hembra a ser reproducida sin considerar el balance energético general; un ejemplo perfecto de este acercamiento son las novillas de primera lactancia o vacas de primer parto, quienes no solo tienen el reto de levantar un ternero o producir leche, sino que deben además completar su etapa de crecimiento lo que generalmente conlleva a un balance energético negativo, a una pérdida de masa corporal para mantener las funciones más básicas criando al ternero o produciendo leche, con la consecuente falla reproductiva hasta el momento en el cual se estabiliza el balance energético y logra una nueva preñez; probablemente en este momento ya tiene más de 6 meses desde su primer parto lo que indudablemente la convertirá en una hembra improductiva.
Otro acercamiento muy común está dirigido a valorar las Pérdidas de Preñez (abortos) de manera más importante que la Eficiencia Reproductiva (ER=Total Vacas Preñadas/Total de Vientres Aptos), esta manera de atacar el problema de reproducción es el menos eficiente ya que solo se enfoca en aquellas hembras preñadas, mismas que en términos generales tienen una ER entre el 48% y 50%, generalmente obteniendo un ternero un año sí y otro no; en todo caso y sin subestimar la importancia de controlar los abortos, enfocar las mejoras en reproducción sobre la base de aumentar la preñez genera mucho más ingreso económico que dirigir los esfuerzos en disminuir las pérdidas de preñez.
En las Tablas N°1 y N°2 se demuestran mediante simulaciones financieras que los ingresos brutos pueden incrementarse en un 22% solo por efecto del aumento en la ER de 50% a 70%. En ambos escenarios se consideran ganaderías iguales en el número de hembras (500), vendiendo todos los terneros al destete (Sistema Vaca-Ternero) a un mismo precio por Kg.p.v. ($4.400/Kg.p.v.).
El Hato 1 simulado en la Tabla N°1 muestra una ER de 50% donde solo la mitad de las hembras logran un ternero por año siendo destetado con 185 Kg.p.v. en promedio; en contraparte, el Hato 2 simulado en la Tabla N°2 presenta una ER de 70% pero con un peso promedio al destete de 164 Kg.p.v. lo que es 11% menor al peso promedio de destete del Hato 1, como una forma de retar más la simulación financiera.
Tabla N°1: Hato 1 con 500 hembras y Eficiencia Reproductiva (ER) de 50%. Fuente: Archivos Zoetis Colombia SAS.
Tabla N°2: Hato 2 con 500 hembras y Eficiencia Reproductiva (ER) de 70%. Fuente: Archivos Zoetis Colombia SAS.
Al calcular la cantidad de kilogramos de terneros vendidos entre ambos hatos, a un precio estándar de $4.400 Kg.p.v. se muestra que el Hato 2 aun teniendo un menor peso promedio al destete genera 24% más kilogramos de ternero comercializables que el Hato 1 el cual cuenta con un peso promedio al destete 11% mayor al Hato 2.
Tabla N°3: Porcentajes de diferencias en Kgs. Producidos e Ingresos entre el Hato 1 y Hato 2. (reproducción) Fuente: Archivos Zoetis Colombia SAS.
Sobre la base anterior, la primera deducción que se genera es que la vía más efectiva de aumentar los ingresos brutos en empresas ganaderas de cría bajo el modelo Vaca-Ternero es vender más kilogramos de ternero contando con un mayor número de terneros nacidos como consecuencia de un mayor número de vacas preñadas.
El ejercicio anterior es realista y alcanzable con una práctica de manejo común en el mundo ganadero de cría denominada “Monta Estacional” o “Temporada de Servicio” en la cual se limitan las vacas a los toros durante un periodo de 3-4 meses durante el año, este manejo permite: 1) predecir cuantas preñeces se esperan para la próxima temporada de nacimientos, 2) identificar en que momento ocurren las pérdidas de estas preñeces, 3) tomar las medidas necesarias de control, 4) proyectar el nivel potencial de ingresos en el próximo ejercicio económico, 5) identificar aquellas vacas más fértiles bajo las mismas condiciones ambientales lo que facilita el proceso de selección del hato de vientres y 6) optimizar la mano de obra y la oferta forrajera de la finca.
Esta práctica de manejo tiene muchos detractores en Colombia ya que consideran que solo es aplicable en condiciones ambientales extremas y nada está más lejos de la realidad, ya que, si se analizan registros con datos confiables, es común ver que hay meses del año en donde ocurren más nacimientos y estos se relacionan con los meses donde de manera natural las vacas tienen mejores preñeces. Por otro lado si se compara esta práctica con la aplicación de tecnologías reproductivas, muchos trabajos publicados han demostrado la utilidad de la Inseminación Artificial a Tiempo Fijo (IATF) aplicado en grandes rebaños con tasas de preñez de 52% en un solo día.
La segunda deducción es que si se conjugan acciones dirigidas a potenciar la preñez (lograr más preñeces) y a controlar las pérdidas preñez-parto (reducir los abortos) se puede además incrementar adicionalmente el ingreso bruto en un 24% en hatos de cría. Extrapolando esta deducción a las simulaciones previas del Hato 1 y Hato 2, considerando las vacas preñadas en cada caso así como las mismas constantes de precios y promedios de peso al destete, una reducción de un 1% en el % Pérdidas Preñez-Parto en ambos Hatos aportaría un ingreso bruto de $2.035.000 y $2.525.600 respectivamente.
Cambiando de corral, en el caso de las empresas ganaderas destinadas a la producción de leche, un estudio iniciado en 2006 por Zoetis y AgStar Financial Services, entidad financiera agropecuaria de Estados Unidos, sobre 85 fincas lecheras del mid-west con un rango de 50 a 4.700 vacas, y enfocado a identificar cuáles eran los factores con mayor correlación positiva sobre el Ingreso Neto en Finca (INF) concluyó que:
- Lograr preñeces más tempranas en las vacas post-parto era el factor que mayor efecto tenía sobre el INF, por lo tanto tener un aumento en los Días Abiertos es extremadamente costoso en una lechería.
- Más leche por vaca es más rentable que el volumen total vendido a la industria procesadora, este efecto se debe tanto al costo de producción por vaca como a la cantidad de leche residual adicional.
- Invertir en el reemplazo, logrando terneras más saludables es beneficioso para el INF.
- El tamaño del hato en ordeño no está directamente relacionado con el ingreso de la lechería, ganaderías pequeñas pueden ser más rentables que las grandes por su eficiencia en la mano de obra y en los costos de alimentación por menos desperdicios.
- Invertir en producir leche de calidad (bajos Conteos de Células Somáticas) es altamente rentable.
- Reducir los costos de reemplazo ayuda a la rentabilidad por el valor que tienen las vacas de descarte.
En conclusión, la economía de la empresa ganadera sea de cría o lechería se ve grandemente influenciada por la reproducción en términos de lograr preñeces más tempranas y mayor número de ellas, desafiar los sistemas productivos actuales en Colombia es la tarea pendiente, las oportunidades presentes en el sector cárnico se incrementan cada día y solo con una actitud de reto al status quo se pueden descubrir áreas que se creen inexistentes; en lechería, los desafíos obligan a producir más con menos vigilando de cerca los costos de producción.
Juan C. Alvarez S.; MV, MBA