La vaca doble propósito debe ser un animal con capacidad productiva y reproductiva satisfactoria con la utilización de recursos propios del trópico. Los mercados internacionales exigen a los productores que sean cada vez más eficientes, por lo tanto, el mejoramiento genético usando razas adaptadas al trópico, es una de las herramientas que tienen los ganaderos para llevar a buen término dicho objetivo.
Algunas regiones del país pueden ser destinadas a producir leche y otras a producir carne, exclusivamente; sin embargo, una elevada proporción de las fincas pueden realizar el sistema doble propósito: leche y carne.
Un sistema de doble propósito será aquel donde el producto fundamental de la finca viene dado por la leche producida y donde el levante del ternero constituye una fuente adicional de ingreso. Bajo este sistema, la alimentación debe ser fundamentalmente con base a, pastos cultivados, fertilizados, con o sin riego, con la utilización de subproductos agroindustriales para los terneros, novillas y vacas preparto y hasta tres meses postparto, con suplementación mineral. En este rebaño se debe tener como meta un 70% de pariciones anuales, 1.500 – 2.000 litros de leche por vaca/año y terneros con potencial para pesar 450 kg a dos años y medio de edad, terminados la misma finca o afuera.
Otro posible sistema de doble propósito vendría dado por aquel modelo de producción de carne con ordeño estacional. Bajo este sistema, la alimentación debe basarse en pastos naturales más un uso estratégico de pastos cultivados, así como sus subproductos agroindustriales para terneros, novillas y vacas de primer parto, suplementos minerales y la posibilidad de finalizar el engorde de novillos en pastos cultivados. Las vacas fundamentalmente serán Cebú o cruzadas de Cebú con Bos taurus y los toros pueden ser Cebú, cruzados con Cebú con toros Bos taurus o semen de toros Bos taurus.
En el trópico colombiano, son dos las tipologías de producción que tienen una importancia significativa en la producción de leche, independientemente de la dimensión de la explotación: “fincas especializadas” y las del “sistema doble propósito”. El primero busca utilizar razas y tecnologías de tipo intensivo y presenta una difusión territorial limitada. Se realiza en zonas particulares como las de tierra alta y en ecosistemas con clima cálido árido y semiárido con disponibilidad de agua para las necesidades agronómicas. Prevé un esfuerzo tecnológico relevante y el uso de personal técnico con adecuada preparación. Este tipo de explotación presenta en la actualidad una importancia menor, desde el punto de vista zootécnico.
El “sistema doble propósito” presenta, por el contrario, un rol determinante en la satisfacción de las necesidades cuantitativas de abastecimiento; usa técnicas de producción bastante rudimentarias con una base de animales mestizos que se adaptan bien al trópico y mantienen mediante el uso del cruce alterno de reproductores de razas lecheras de origen Taurus (esencialmente Holstein, Jersey) y razas de carne de tipo Indicus (en la actualidad la más utilizada en Colombia es la raza Brahmán). Los cruces deben ser bien planificados en función de los aspectos morfológicos de las hembras y de la situación del mercado en relación al precio comparativo de la leche y de la carne. La importancia de este tipo de explotación, radica en que se beneficia de buenas políticas agropecuarias del país, que son muy inestables y que no favorecen inversiones y planificaciones a mediano y largo plazo.
El “sistema doble propósito” además de simplificar la adaptación de los aspectos productivos a los cambios frecuentes del mercado, requiere menor uso de la tecnología e inversión y una menor formación profesional de los empleados a todos los niveles. El costo de producción es normalmente menor en relación con las fincas especializadas, debido sobre todo a un reducido uso de alimentos concentrados, escasa inversión y un uso extensivo de la tierra. Se trata de una explotación en la cual la leche se produce en condiciones particulares pues el ordeño se realiza normalmente a mano y casi siempre con el ternero en apoyo; el uso de plaguicidas para el control de los parásitos es rutinario, debido a la infestación favorecida por el uso extensivo del pastoreo. En estas condiciones con frecuencia la leche del sistema doble propósito es apta para preparar productos lácteos especiales (quesos madurados, yogurt, etc); y es donde el empresario debe tener un buen manejo sanitario, para poder bajar la carga bacteriana y destinada con frecuencia a la producción de leche deshidratada. La explotación del “doble propósito” probablemente va a representar la solución más importante mientras las exigencias cuantitativas de leche a nivel mundial sean menos satisfechas.
La contribución genética para aumentar la producción de leche en este contexto se puede obtener disponiendo de una raza mejoradora que:
- Esté en condición de utilizar forrajes más rústicos.
- Presente mayor resistencia a enfermedades típicas del trópico.
- Muestre características morfológicas y fisiológicas que indiquen su mayor capacidad de termo regulación en relación a las razas europeas especializadas.
Los productores rezagados piensan que un mejoramiento genético es algo de avanzada para cierto tipo de ganaderos. Si en realidad quieren ver su ganadería como un negocio puede hacerlo, lo importante es definir a dónde quiere llegar y qué desea lograr en sus animales y cuándo va a implementar esa mejora. Para iniciar un buen plan en las mejoras genéticas para producir carne o leche se debe empezar por seleccionar los animales de más ganancia de peso y mayor producción.
Está comprobado que en genética cuando uno selecciona una característica lo hace en detrimento de otras. Por lo que se debe tener cuidado para no obtener animales de alta ganancia de peso con la creencia de que dará mayor crédito económico.
Para iniciar cualquier práctica de mejoramiento genético se debe empezar por observar cuáles son los defectos y problemas que tienen los hatos, para una vez identificados implementar las correcciones necesarias. Otro punto que se ha logrado en los últimos años es utilizar semen sexado y elegir el sexo del animal.
Diversos factores son responsables de la inclinación de los productores hacia un animal de doble propósito. El alto costo de los concentrados hace inclinar la balanza hacia sistemas que maximicen la utilización de los pastos y minimicen el uso de concentrado.
La baja rentabilidad de los sistemas especializados con altos niveles de producción en base a razas exóticas y que no se adaptan bien ha sido la constante observación económica en los países tropicales, asociado a grandes dificultades reproductivas, sanitarias, alimenticias, etc. de estos animales traídos al trópico colombiano.
A nuestro entender, el doble propósito no es una moda que pasará con el tiempo. Es el sistema productivo apropiado para unas condiciones particulares de la región tropical, que ha mostrado su mayor versatilidad para producir bajo condiciones difíciles de ambiente, alimentación, manejo, políticas gubernamentales, etc.
La vaca doble propósito
La vaca doble propósito debe ser un animal con capacidad productiva y reproductiva satisfactoria con la utilización de recursos propios del trópico. Los resultados obtenidos en varios países tropicales tienden a señalar que la vaca con 50% de genes de ganado Taurino y 50% de Cebú alcanza niveles de producción de leche que fácilmente se ubica sobre los 1.500 – 2.000 litros por lactancia y desteta un becerro que va a producir un ingreso económico adicional con su levante y posterior venta para carne. Bajo condiciones extremas, los animales intermedios producen más leche y presentan intervalos entre partos más cortos que los europeos puros.
Las condiciones de nuestro país señalan que en aquellas zonas con condiciones ambientales extremas, con pastos nativos de baja calidad, nivel de manejo deficiente, alta temperatura y humedad, el animal por debajo de 50% Taurino es más productivo pero, bajo condiciones menos extremas, con pastos cultivados y manejo más eficiente de la explotación, las hembras 50% y tal vez las 5/8 resultan con mayor productividad.
Animales 3/4 Holstein sólo son productivos en condiciones tropicales con alimentación y manejo óptimo. Es por ello que un rebaño doble propósito debe tender a mantener un nivel de genes Holstein en 50%, ya que si se supera este nivel, se tiende a presentar mayor cantidad de problemas de reproducción, sobrevivencia y crecimiento, mientras que una disminución del porcentaje de genes Holstein trae asociada una disminución en el crecimiento y en la producción.
¿Cómo producir la vaca a utilizar en rebaños doble propósito?
Dos posibles caminos se han planteado para la producción de la vaca a utilizar en rebaños doble propósito.
Primer camino: cruce alterno
En este sistema las vacas originales del rebaño, que con seguridad son de una composición racial que tienen pocos genes de raza lechera especializada, son apareadas con toros, por ejemplo, Holstein. Las hembras resultantes de este primer cruce son apareadas con toros de la otra raza, Cebú. Se continúa con el sistema, alternando la raza del toro en cada generación.
¿Cómo producir el toro a utilizar en rebaños doble propósito?
El toro influye en un mayor grado que la vaca en la mejora genética del rebaño, la razón fundamental de esto estriba en el mayor número de hijos por año que el toro puede tener. Debe ser un animal que asegure mejoras en la capacidad productiva y en la reproducción y que, además garantice un nivel de genes europeos apropiado.
La necesidad de toros 50% Holstein – 50% Cebú es fácil de satisfacer con la inseminación de vacas Cebú con semen de toros Holstein de probado valor genético superior para producción de leche, para velocidad de crecimiento y fertilidad. Para seleccionar el toro 1/2 Holstein que se va a utilizar, se deberá tomar en consideración sus progenitores. Su madre debe ser una vaca con buena habilidad materna, lo que garantiza niveles de producción de leche superiores al promedio del rebaño y que se refleja en pesos al destete superiores al promedio del hato. Ya se mencionó que el padre debe ser un toro de valor genético superior para producción, crecimiento y fertilidad.
La necesidad de toros 3/4 Holstein – 1/4 Cebú también es fácil de satisfacer con la inseminación de vacas 1/2 Holstein – 1/2 Cebú con semen de toros Holstein. Las consideraciones mencionadas para la selección de toros 3/4 Holstein son las mismas que las señaladas para los toros 1/2 Holstein, con la salvedad que en el rebaño de vacas 50% Holstein – 60% Cebú se debe tener ordeño sistematizado y registros de producción, por lo que la escogencia de madres podrá hacerse por sus producciones de leche directamente.
Inicialmente, el ganadero puede adquirir los toretes en otros rebaños, donde haya inseminación artificial. Posteriormente, podrá generar sus toretes en el propio rebaño, someterlos a una prueba de crecimiento entre los 8 y los 18 meses, colocándolos en un potrero con pastos de calidad promedio, pesándolos al inicio y al final de la prueba, determinando las ganancias de peso en estos anímales y seleccionando los mejores. Cada año el productor podrá sustituir un 50% de sus toros, para asegurar un avance genético mayor en su rebaño.
Estrategia para mejorar el rebaño doble propósito
Es indudable que la introducción de mejoras en el rebaño debe hacerse en forma paulatina. Debe comenzarse con un buen diagnóstico de la finca y evaluar su situación en los aspectos relevantes del sistema productivo.
- Identificar animales
- Crear potreros
- Dividir potreros
- Anotar eventos productivos
- Introducir pastos
- Revisión ginecológica del hato
- Programa de conservación de pastos
- Plan sanitario
- Eliminación de anímales improductivos
- Plan reproductivo
- Plan genético
- Plan integral de mejoramiento
Caracteres a incluir en la evaluación genética
Los caracteres a considerar en un programa de ganado de doble propósito deben ser de alta importancia económica, con heredabilidad suficiente para justificar su inclusión y deben ser medibles bajo las condiciones vigentes en el campo. Además, deben reducirse al mínimo indispensable para garantizar la eficiencia del sistema de selección. Por otro lado, se deberá cuantificar los efectos no genéticos que afectan la característica a fin de poder hacer comparaciones apropiadas entre animales que produjeron bajo diferentes condiciones y así estimar el valor genético de los anímales de la manera más precisa.
El valor genético de un individuo viene dado por la suma de los efectos de los genes que ese individuo posee para una característica. Este valor genético, junto con los factores no genéticos, determina la magnitud de la expresión de la misma. El individuo transmite sólo la mitad de su valor genético a la descendencia, lo que corresponde al valor genético aditivo de ese individuo, que generalmente se estima como desviación del promedio de la población donde se obtuvieron esas observaciones.
Los estimados de valor genético tienen asociado lo que se conoce como “precisión” del estimado, la cual mide la correlación entre el valor genético estimado y el valor genético real y que oscila entre O (ninguna relación) y 1 (relación perfecta).
Los más importantes caracteres a tomar en consideración en una primera fase de selección deben ser:
- Producción de leche
- Fertilidad
- Crecimiento
- Sobrevivencia
- Apariencia externa
Producción de leche:
Hembras: directamente
Machos: a través de medio hermanas, madre e hijas
Fertilidad:
Hembras: IEP y concepción, número de servicios por concepción, Intervalo entre partos
Machos: calidad de semen, libido, fertilidad de hijas
Crecimiento:
Hembras: edad al primer parto
Machos: peso post destete
Sobrevivencia: sobrevivencia de crías.
Apariencia externa: libre de defectos anatómicos hereditarios.
Evaluación de hembras
La evaluación genética de hembras es de gran importancia en los sistemas de producción doble propósito en el trópico, ante la dificultad de evaluar machos mediante la prueba de progenie, por lo que seleccionar las vacas superiores para ser madres de toros jóvenes juega un papel de primer orden en los programas de mejoramiento genético.
Lamentablemente, el número de datos disponibles para cada hembra no es mucho, por lo que la precisión se ve afectada. De ahí que se puede sugerir hacer más eficientes los programas nacionales de control de producción, para que verdaderamente constituyan una herramienta útil en el mejoramiento de los hatos bovinos; concientizar a los ganaderos la necesidad de llevar registros o controles a nivel de finca, a fin de poder disponer de información que permita analizar los factores que influyen sobre el proceso productivo y detectar vacas superiores en el hato; poner en marcha programas sencillos de evaluación de toros, basados inicialmente en la información de la madre y de sus medias hermanas, a fin de dar un impulso al desarrollo apropiado de poblaciones bovinas en regiones donde se han desarrollado núcleos de productores en base a forrajes fundamentalmente; una buena adaptación de los animales a un ambiente es esencial para una producción económica. Hasta donde sea posible, es muy importante el cruzamiento para producir animales con resistencia a las condiciones tropicales y niveles de producción intermedios.
- Nota: Lea continuación del presente tema, en Mejoramiento genético en sistemas de doble propósito II. (Factores que afectan la producción y pasos para un programa de mejoramiento genético)