Implementar un buen programa de mejoramiento genético ordenado le garantiza una buena eficiencia y una respuesta productiva del hato sea superior.
Es un proceso lento y permanente en el cual la respuesta esperada se ve en cada generación de ganado; es decir, las decisiones que se tomen hoy tendrán un efecto económico en 4 años para la ganadería (cuando las hijas de las vacas se estén ordeñando), y en 2 ó 3 años para levante y ceba en animales de carne (medidos en velocidad de crecimiento, calidad de carne, etc.).
Por eso la elaboración de un programa de mejoramiento genético, garantiza el futuro en la rentabilidad del hato.
Es importante tener bien claro a qué parámetros fenotípicos se va a hacer énfasis en el programa de mejoramiento genético.
En el sistema doble propósito, para muchos empresarios la prioridad es el mayor volumen de leche; para otros en calidad de leche; para otros en salud, peso al destete de las crías; para otros es la reproducción, etc.
Por lo tanto, entre más características deseables se incluyan, más lento será el progreso genético del hato. Las pruebas de progenie aportan parámetros importantes de mejoramiento en características de expresión fenotípica.

Pasos para el montaje de un programa de mejoramiento genético
- Una implementación de registros de desempeño individual
- Buena definición del objetivo de la mejora genética
- Estimación de parámetros genéticos
- Manejar unas estrategias de mejoramiento genético como (selección – cruzamiento) para uso de animales superiores.
Uso eficiente de registros
En cualquier hato ganadero es difícil e imposible seleccionar animales superiores si no se evalúa el buen desempeño de los mismos.
Todo se hace basado en los registros de producción, reproducción, sanitarios y económicos de los animales del hato.
Desgraciadamente en la gran mayoría de las empresas ganaderas no se lleva bien los registros para poder tomar decisiones correctas, por lo que a veces se generan unos reemplazos del hato con animales inferiores, retrasando el progreso genético.
El uso de los registros sirven para medir el desempeño individual, o colectivo.
Un modelo sencillo de registros para el hato debe incluir:
En producción: Fecha de parto, fecha de primer ordeño, pesajes de leche (al menos dos al mes por vaca), fecha de secado y/o destete del ternero.
En reproducción: Fecha de servicio o inseminación, toro utilizado, fecha de calores no servidos, fecha de parto, resultado de chequeos ginecológicos, observaciones.
En crecimiento: Peso al nacimiento, peso al destete, peso al año, al primer servicio y al primer parto.
Ángel Rafael Garrido Otero