La alcalosis ruminal es un desorden metabólico que se atribuye a los animales cuando estos son alimentados con un exceso de proteína y un bajo contenido de energía en su dieta diaria. Esta situación causa un aumentado de su pH por encima de 7.
Las explotaciones ganaderas dedicadas a la producción de carne ya sea en pastoreo o en confinamiento (feedlot) son susceptibles a este problema cuando sus animales son sometidos al consumo de forrajes muy maduros y que son difíciles de ingerir por el exceso de fibra. También la alcalosis ruminal es fácil de encontrarla en las épocas de transición verano- invierno, en donde los rebrotes de los pastos, se vuelven muy suculentos y apetitosos, careciendo de la energía y la fibra suficiente para el desempeño metabólico normal del animal.
Los animales de exposición son muy susceptibles de sufrir este desorden metabólico cuando su dieta se basa principalmente en concentrado con alto contenido de proteína (mayores o iguales al 40%), y un bajo contenido en carbohidratos altamente solubles.
La alcalosis ruminal se presenta además en los estados de inapetencia causados por patologías y sobre todo aquellas que desencadenan en los animales un aumento en la temperatura corporal (fiebre). El ayuno en las épocas de escasez de alimento por los veranos intensos es un factor que también predispone a esta patología. El riesgo de presentar la alcalosis en estos dos estados es porque la saliva rica en bicarbonato de sodio es deglutida y, porque en las indigestiones mueren bacterias que liberan proteínas al líquido ruminal.
Patogenia de la alcalosis ruminal
En los casos anteriores el animal manifiesta un aumento en la población microbiana G- (Escherichia coli, proteus sp y Fusobacterium necrophorum.). La mucosa del rumen se encuentra alterada permitiendo la absorción de los microorganismos que viajan por vía sanguínea y llegan a cualquier órgano o sistema orgánico en donde se pueden originar abscesos.
La deficiencia de fibra y carbohidratos altamente fermentables y el aumento del nitrógeno por parte de la proteína que adquiere el animal en la alimentación; se metaboliza a través de los procesos de fermentación de la panza originando altas concentraciones de amoníaco (NH3) y ácido sulfídrico (H2S). Esto aumenta la concentración de hidrogeniones (H+) lo cual es un factor que desencadena la acidosis en el rumen.
El exceso de amoníaco producido en el metabolismo del rumen se absorbe a través de la mucosa por vía sanguínea y llega al hígado donde se transforma en urea; esta regresa nuevamente al rumen por medio de la saliva y le sirve a las bacterias como fuente de proteína. Las bacterias en su metabolismo liberan NH3 que produce un aumento del pH por encima de 7.5.
La deficiencia de energía, produce en el animal un cuadro de hipoglicemia (cetosis), se produce una movilización de ácidos grasos libres. Esto tiene como consecuencia el aumento de la lipogénesis hepática con acumulación de lípidos en los hepatocitos que se hipertrofian aumentando el tamaño del hígado. El animal desarrolla una patología denominada esteatosis o hígado graso.
Signos clínicos de la alcalosis ruminal
En este desorden metabólico los animales también manifiestan la enfermedad de dos formas que son:
Forma aguada
Durante esta fase de la enfermedad los animales presentan una disminución en el apetito aumento en el consumo de agua, disminución de la rumia, mucosas congestionadas, taquicardia, taquipnea, pérdida de condición corporal, disminución en la producción láctea y su porcentaje de grasa.
Forma crónica
Pueden presentar estados de inmunosupresión permitiendo que sean propensos a infecciones por diferentes microorganismos. En los animales se puede observar pelo opaco y erizado, pérdida de elasticidad en la piel, urticaria, heces blandas con moco (esteatorrea), pérdida de condición corporal, alteraciones hepáticas y renales. Trastornos reproductivos como endometritis, metritis, quistes ováricos e infertilidad que se manifiesta por repetición de servicios.
Diagnóstico
Examen del líquido ruminal
Color. Verde – negrusco
Consistencia del líquido. Espumoso.
Flotación del material tosco. Es positivo.
Reducción del azul de metileno. Esta por encima de los quince minutos.
Tinción de GRAM. Se observa un predominio de las bacterias G- sobre las G+.
El pH ruminal. Se puede encontrar de 7.5 a 9.
Química sanguínea
Concentración del ión sodio. Bajo.
Creatinina, urea y fósforo. Están por enzima de los niveles normales.
Aspartatoaminotransferasa (AST), Glutamato láctico deshidrogenasa (GLDH), Bilirrubina total y Fosfatasa alcalina (FA). Aumentadas.
Hemograma
Hematocrito y hemoglobina. Bajos.
Leucocitos. Los animales manifiestan neutrofília, eosinofília y linfocitosis.
Tratamiento de la alcalosis ruminal
Lo principal en estos casos es restaurar el pH utilizando soluciones ácidas como el ácido acético (Vinagre). Suministrar a los animales 50cc en dos litros de agua vía oral. Puede reemplazar el ácido acético por sumo de limón. El uso de antibióticos son necesarios para controlar el aumento de las bacterias G-.los más recomendados en estos casos son: Estreptomicina 15mg/Kg. de peso vía intramuscular cada 12 horas durante tres días o Gentamicina 3mg/Kg. de peso vía intramuscular cada 12 horas por tres días.
El uso de antihistamínicos, AINES, y vitaminas del complejo B, se pueden administrar de la misma manera que en los casos de acidosis ruminal.
Prevención de la alcalosis ruminal
- Establecer la edad ideal de pastoreo o de corte de los pastos de acuerdo a la especie forrajera que se tenga. Con esto se busca mantener un buen equilibrio entre fibra, energía y proteína.
- Instaurar dietas balanceadas en los animales de establo teniendo en cuenta su edad y estado fisiológico. Los requerimientos nutricionales de un animal adulto son muy diferentes a un animal en pleno desarrollo.
- Se debe ajustar el consumo de fibra en la dieta diaria. Esta debe estar entre el 18 a 20%.
- Suministrar a los animales agua a voluntad y en cantidad. Esta debe encontrarse en condiciones higiénicas aceptables para el consumo.
- En los animales de establo es necesario adaptarlos primero que todo al consumo de dietas altas en concentrado. En el inicio se administra forraje y se irá aumentando paulatinamente la cantidad de concentrado en la dieta. Se busca mantener la proporción 60:40 de forraje y concentrado.
- Evitar las dietas altas en Hidratos de Carbono Estructurales (fibrosos) y ricas en Hidratos de Carbono no Estructurales, solubles y de alta tasa de fermentación ruminal (Melaza, caña de azúcar, papa, etc.).