La indigestión fermentativa o indigestión tóxica es un problema latente en la industria ganadera del mundo; la causa principal que desencadena esta condición, es un descuido en el manejo de la alimentación, tanto en los animales de potrero como de establo.
Cuando hablamos de indigestión fermentativa o tóxica, nos referimos a las principales enfermedades metabólicas que sufren los bovinos cuando son sometidos a programas y sistemas de nutrición intensivos; entonces inmediatamente se nos viene a la mente los sistemas de producción implementados en lechería especializada, ubicados principalmente en la zona norte de Antioquia y el altiplano cundiboyacense. Estos sistemas se caracterizan principalmente, por el uso intensivo del suelo, el suministro de altas cantidades de concentrado en la dieta, la utilización de residuos de cosecha (principalmente papa y maíz), la suplementación con melaza y caña de azúcar, y el manejo de pastos bajos en fibra con niveles altos de proteína, sometidos a programas intensivos de fertilización; común denominador del pasto kikuyo (Pennisetum clandestinum), principal forraje utilizado en las zonas lecheras del país.
Sin embargo este problema de indigestión fermentativa se está observando cada vez más en las explotaciones ganaderas dedicadas a la producción de carne tanto en pastoreo como en confinamiento (feedlot), debido principalmente por:
- El uso indiscriminado de los concentrados principalmente en los animales de engorde y de exposición.
- El pastoreo de animales en épocas de verano donde hay escasez de agua y un aumento de la fibra en el pasto.
- En la transición de verano a invierno, donde los rebrotes de los pastos presentan niveles bajos de fibra y niveles aceptables de proteína.
En Colombia los animales destinados a la producción de carne generalmente y, en su mayoría, están influenciados por la especie Bos indicus, especie adaptada a las condiciones climáticas adversas del trópico, sin embargo esta condición no lo exonera de sufrir trastornos digestivos, ya que siendo animales netamente herbívoros los hemos convertido al transcurrir los años en animales omnívoros, por alterar su dieta, basada principalmente en forrajes, pastos y arvenses (mal llamadas malezas), utilizándolas como fuente de nutrientes para su mantenimiento, producción y reproducción.
El afán del hombre por buscar sistemas alternativos más eficientes en la producción de carne y leche, han hecho cambios muy significativos en la alimentación, y esto ha contribuido a que los animales sufran diversos trastornos en su salud y bienestar, es así como la acidosis y la alcalosis ruminal, principales enfermedades metabólicas han surgido, y cada vez toman mayor importancia en los sistemas de producción de carne en nuestro país y en el mundo.
Para poder entender estos trastornos metabólicos es necesario tener un conocimiento general de la anatomía y fisiología del sistema digestivo de los rumiantes, pero principalmente de su estomago. Esto sin pretender abarcar en profundidad ya que se perdería la visión y orientación sobre el tema principal de la indigestión fermentativa.
Estructuras que conforman el estómago complejo del bovino
El estómago de un bovino consta de cuatro partes que son:
- Panza, herbario o rumen
Es la sección de mayor tamaño, ya que comprende el 80º% del volumen gástrico total en un animal adulto.Esta revestido por una mucosa con papilas longitudinales delgadas y finas que ayudan a la absorción principalmente de los ácidos grasos volátiles (AGV). Se extiende por el flanco izquierdo desde la séptima u octava costilla hasta la pelvis. Posee dos superficies y dos bordes. Las dos superficies son la parietal, o superficie izquierda, que es convexa y se relaciona con el diafragma, pared abdominal y bazo; la visceral o superficie derecha, hace contacto con el omaso, abomaso, intestino e hígado. Los bordes son la curvatura dorsal, en donde se ubican los pilares del diafragma y los músculos sublumbares, y la curvatura ventral que conforma el piso de la cavidad abdominal.En las dos superficies, se observan el surco longitudinal derecho e izquierdo que corresponden internamente a pliegues de mucosa denominados pilares, estos a su vez se subdividen para indicar la división interna del rumen en seis cavidades, cuya función es mezclar los alimentos mediante contracción con el fin de facilitar los procesos de fermentación. (indigestión fermentativa)
- Bonete, redecilla o retículo
Es la sección más pequeña del estómago del rumiante, contribuye con el 5% del volumen total.El retículo, se localiza bajo la sexta u octava costilla del flanco izquierdo con relación al plano medio. Esta revestido por una mucosa plegada con figura hexagonal. Recibe la materia pesada del alimento y ayuda a suavizar los alimentos que entran al rumen.
- Librillo, librito, salterio u omaso
Descansa a la derecha con relación al plano medio, presenta una forma abalonada y se encuentra revestido con unos amplios y delegados pliegues de mucosa, con papilas longitudinales y anchas en forma de hojas, que atrapan las partículas de alimento. El omaso contiene aproximadamente el 7% del volumen del estomago. (indigestión fermentativa)
- Cuajar, estómago glandular o abomaso
Es el estómago verdadero o glandular del rumiante. Tiene la facultad de secretar enzimas gástricas y ácido clorhídrico. Comprende el 8% del volumen total y descansa en su mayor parte sobre el piso abdominal a lo largo del plano medio, a la derecha del retículo y saco ventral del rumen.
Aspectos fisiológicos del rumen (indigestión fermentativa)
El rumen hace parte del complejo sistema digestivo del bovino y presenta unas características biológicas, físicas, y químicas únicas; que le permiten transformar las plantas que ingieren en elementos más simples, que posteriormente son utilizadas como fuente de nutrientes. Es el sitio en donde metabolizan la mayor parte de los alimentos por medio de la fermentación; proceso que se realiza principalmente en el saco ventral del órgano.Tiene una capacidad de 100 a 300 litros, con un pH entre 6.5 a 7 y una temperatura que oscila entre 38 y 42ºC.
En su interior se encuentra una población de microorganismos, compuesta principalmente por Bacterias, hongos y protozoos. Cada una ejerce una función específica necesaria Para la digestión de los alimentos. Los hongos se encargan de romper la pared celular de las plantas, luego las bacterias penetran, y a través de sus enzimas (amilasas, celulasas, lipasas y proteasas) transforman los elementos nutritivos de los forrajes en componentes indispensables para su vida, como también elementos que le sirven a los rumiantes como fuente de nutrientes. Entre estos están las proteínas y los ácidos grasos volátiles (AGV). Estos últimos se convierten en la fuente principal de energía para el rumiante, y estos son:
Ácido acético en un 65%. Este se oxida en los diferentes tejidos para generar ATP. También funciona como la principal fuente acetil-CoA para la síntesis de lípidos (grasa corporal y láctea).
Ácido propiónico en un 25%. Sirve principalmente como sustrato gluconeogénico, es de suma importancia para la formación del azúcar en la leche (lactosa).
Ácido butírico en un 10%. El ácido butírico absorbido en forma de ácido ß-hidroxibutírico, es oxidado en muchos tejidos para la producción de energía, y es fuente de grasa butirosa en la leche.
Los AGV se absorben directamente del rumen a través de las papilas y las proteínas en el tracto gastrointestinal posterior. Ambos productos son llevados al hígado y transformados en productos básicos para el rumiante como son la glucosa y los aminoácidos. Los protozoos ejercen una fusión más de regulación o tampón ya que se encargan de ingerir partículas de alimentos y bacterias cuando estas se encuentran en exceso. Las bacterias que se encuentran en el rumen son Gram positivas (G+) y Gram negativas (G-). La población bacteriana predomina de acuerdo al tipo de alimentación que reciba el animal.
Cuando las dietas son ricas en proteína hay un crecimiento mayor de las bacterias G-, esto ocurre principalmente cuando se les suministra a los animales pasto joven que contiene bajo contenido de fibra y las dietas altas en concentrado.
Las principales bacterias G- son: Escherichia coli y Fusobacterium necrophorum.
Si en la alimentación de los animales predominan las dietas ricas en almidones, carbohidratos altamente fermentables (melaza y caña de azúcar), altas cantidades de concentrado y dietas ricas o bajas en fibra (heno, pastos lignificados y rebrotes de pasto) hay un aumento en la población bacteriana G+ y las principales son: Estreptococos Boris (principal productor de ácido láctico en el rumen.) y Lactobacilos sp.
En el rumen también se pueden encontrar bacterias que ayudan a transformar el ácido láctico en exceso en ácido propiónico, este ultimo fuente principal de energía e indispensable para la formación de la lactosa (el azúcar de la leche); entre estas tenemos principalmente la Selenomona ruminantium y Megasphera elsdennii, ambas G-.
Durante el metabolismo ruminal, también se producen sustancias tóxicas que son absorbidas y llevadas al hígado y el riñón, en donde sufren un proceso de biotransformación, para luego ser eliminadas del organismo a través de la materia fecal, orina y pulmones. Cuando se presenta alteraciones en la panza (como en los casos de acidosis o alcalosis ruminal), estas sustancias aumentan en su concentración, causando desordenes en la salud de los animales. (indigestión fermentativa)
En la tabla 1 se observan los principales elementos tóxicos que se producen en el metabolismo ruminal, así como también las consecuencias que pueden padecer los animales afectados por la indigestión fermentativa.
Tabla 1 Principales sustancias toxicas producidas en el metabolismo ruminal relacionadas con las consecuencias clínicas que pueden padecer los animales afectados por indigestión fermentativa