La ocurrencia del celo, es debido a influencias específicas de hormonas esteroides del ovario sobre centros de comportamiento en el cerebro. En la medida que un folículo madure bajo el estímulo de las hormonas Folículo-Estimulante y Luteinizante (FSH y LH), durante los últimos tres días del ciclo estral, sintetiza y secreta cantidades crecientes de Estradiol. Eventualmente se alcanza un nivel crítico de Estradiol lo cual inicia dos eventos, la respuesta en comportamiento conocido como estro, y un incremento en la secreción de hormonas pituitarias, principalmente LH. Es importante señalar que la madurez del folículo de Graaf que regula la cantidad de Estradiol que se sintetiza, regula su propio tiempo de ovulación y la concurrente maduración del Oocito.
Tradicionalmente, la vaca que se para y permite que otras la monten está en “celo estable”. Dejarse montar es el síntoma primario de celo. La ovulación en la vaca lechera usualmente ocurre aproximadamente 24 a 32 horas después que la vaca se deja montar por primera vez. Después de la ovulación se dispone de un corto periodo de tiempo en que el óvulo pueda ser fertilizado. La fertilidad óptima del óvulo está proyectada a estar entre las 6 a 12 horas después de la ovulación. La viabilidad del espermatozoide en el aparato reproductor femenino está estimada entre 24 a 30 horas.
El periodo promedio de “celo estable” es usualmente menos de 10 horas, tiempo en el cual la vaca se deja montar aproximadamente una vez por hora. Los síntomas secundarios de celo pueden ser una indicación que la vaca ya pasó, está o pronto estará en celo estable. Puesto que estos síntomas varían en su nivel de duración e intensidad, es necesario tener una combinación de síntomas secundarios para aumentar la precisión de la decisión de inseminar. También puede ayudar a incrementar la cantidad de vacas que son inseminadas, pues se detectan celos a vacas que no son detectadas por otros medios.
Síntomas secundarios
- Peladuras: Cuando una vaca se desmonta de otra, se desliza sobre la cola y anca. Por lo tanto pone considerable presión sobre los huesos del anca y columna, y esta repetida acción abrasiva arranca pelos y puede producir peladuras rojas, inflamadas y/o sanguinolentas. El tamaño, la apariencia y la frescura de estas peladuras, junto al hecho que muy pocos otros eventos pueden causarlos, hacen que estas peladuras sean uno de los síntomas secundarios de celo más confiables. Además, se puede encontrar que la falda de la vaca en cuestión está sucia con lodo o estiércol de las patas delanteras de otras vacas, y son otra indicación que han ocurrido eventos recientes de monta.
- Moco: Muchos inseminadores dirán que el moco es el síntoma secundario de celo más querido. Inseminadores con experiencia ponen mucha confianza sobre este síntoma cuando están tomando la decisión de inseminar una vaca, y a veces hasta aplican masaje sobre la cervix y vagina anterior para que se exprese una descarga de moco. Una vez expuesto al aire, el moco se seca rápidamente, así que encontrar moco seco sobre la cola, el anca o las piernas es tan buen síntoma secundario como ver un flujo de moco claro y viscoso saliendo por la vulva.
- Apariencia Sudada: Algunas vacas aparentan estar “sudadas” cuando están en celo. Esta apariencia de “mojada”, aunque es fácilmente detectada es frecuentemente ignorada. Se cree que este síntoma es el origen del término popular “caliente” para describir una vaca en celo.
- Vulva Inflamada: Folículos en desarrollo producen la hormona estrógeno la cual incrementa la circulación de sangre en el aparato reproductor. La vulva aumenta de tamaño y toma una apariencia inflamada con coloración rojiza. Al abrir los Labios, la vagina se observa de color rojo y altamente humedecida si la vaca está en celo. En contraste, si la vaca no está en celo, la vagina tendrá una apariencia pálida y seca.
- Apoyo de la Mandíbula: Se cree que el apoyar la mandíbula es una prueba de las compañeras de hato para determinar si una vaca está receptiva a ser montada. Esta prueba debe ser realiza apoyando la mandíbula primero sobre el lomo de la vaca. Durante esta prueba las compañeras babean y lamen por lo que siempre se debe buscar la presencia de saliva y lamidos.
- Mugidos y Orina: Hay una tendencia de orinar frecuentemente. La vaca empieza a levantar las orejas, se vuelve nerviosa e inquieta. Las vacas que están entrando en celo se vuelven más activas y pasan más tiempo caminando en vez de acostarse y rumiar. Tengan presente que durante el movimiento de las vacas, hacia o desde la sala de ordeño, es un momento ideal para que una vaca se monte sobre otra, y por lo tanto es la ocasión precisa para detectar síntomas. Algunas vacas pueden aparentar dejarse montar cuando en realidad es que no pudieron escaparse por estar fuertemente agrupadas. Se debe tener mucho cuidado para evitar falsos-positivos como éste.
- Descarga Sanguinolenta: Un hilo de sangre en el moco usualmente significa que esa vaca tuvo un alto pico de estrógeno hace uno a tres días. Por lo tanto es recomendado apuntar ese celo con una fecha dos y tres días antes. Esto hecho solo indica que la vaca estuvo en celo, y no tiene ninguna relación con el tiempo de la ovulación ni con la probabilidad que haya habido o no una concepción.
- Formación de Grupos: Las vacas en celo tienden a buscar compañeras dispuestas a participar en actividades relacionadas al celo. Estos grupos sexualmente activos son una clara indicación que al menos una vaca en uno de estos grupos está en celo.
PhD. Select Sires Inc., USA