Antes que una novilla entre a la sala de ordeño por primera vez y que caiga la primera gota de leche al tanque, es muy probable que su ubre ya tenga mastitis.
Las novillas son el futuro genético y la productividad del hato lechero. Cuando nace un número significativo de novillas con tejido mamario inflamado, se desploma la producción de leche, la producción total y la salud del hato.
Las novillas se vuelven más susceptibles a los patógenos causantes de mastitis tan pronto como empiezan a producir secreciones mamarias. Esto puede ocurrir desde los 6 a 8 meses de edad. Las novillas desarrollan infecciones intramamarias durante cualquiera de las cuatro fases en el periodo de crianza: lactancia, destete, inseminación o monta, y gestación. La mayoría de estas infecciones persisten durante los siguientes 12 a 18 meses, causando con frecuencia daño irreparable al tejido mamario. Inmediatamente después del destete o relativamente temprano en la lactancia, estas novillas presentan mastitis clínica y un incremento en cantidad de células somáticas.
Aunque la mayor parte del desarrollo de la glándula mamaria ocurre durante la primera preñez, la mayoría de los productores no inspeccionan las ubres de las novillas hasta el parto o hasta que la vaca desarrolla la infección clínica. Entonces es demasiado tarde para tratar la infección con eficiencia o salvar el tejido mamario.
A fin de preservar la salud del hato y la productividad, los ganaderos deben poner atención a la evaluación de la ubre mucho antes del parto. Se ha comprobado que el tratamiento antibiótico antes del parto con tubos para secados de vacas es exitoso para eliminar la mastitis en novillas. Con vigilancia agresiva y tratamiento pre-parto los productores pueden reducir significativamente el número de novillas con mastitis. Numerosos estudios, algunos realizados con el apoyo de la Asociación Americana de Ganado Jersey, han demostrado el éxito sobresaliente del uso del tratamiento de vacas secas para controlar y curar las infecciones intramamarias en la novilla en el preparto. Datos publicados por la Estación Experimental Hill Farm muestran que las infusiones de antibióticos durante la gestación, uno o dos meses antes del parto, son más de 90% eficaces en la eliminación de infecciones causantes de mastitis.
La terapia pre-parto da por resultado disminución en la cantidad de células somáticas y aumento en la producción de leche al parto. Otra ventaja de tratar las infecciones antes del parto es que no hay leche desechada durante el periodo de tratamiento. De acuerdo con investigaciones publicadas el Dr. Stephen Oliver, codirector del Centro de Excelencia en Seguridad de Alimentos de la Universidad de Tennessee, las novillas no tratadas paren con un incremento en células somáticas y producen 10% menos leche en la primera lactancia que novillas que son tratadas antes del parto.
En general, el tratamiento pre-parto de mastitis es mucho más eficaz que la terapia administrada durante la lactancia. En otro estudio conducido por la Estación Experimental Hill Farm, el tratamiento antibiótico de novillas y vacas infectadas dio por resultado una tasa de curación de 83.3% en novillas en comparación con un 30% en vacas lactantes.
La infusión con antibióticos de larga duración en el área relativamente pequeña de la ubre de la novilla antes del parto contribuye a la eficacia del tratamiento precoz de la mastitis. Las novillas no tienen el tejido mamario dañado que se encuentra en las vacas que han sufrido episodios previos de mastitis. Esta falta de tejido cicatrizal permite que los antibióticos penetren eficazmente a todas las áreas de la ubre. El tratamiento precoz es para eliminar las infecciones pre-parto pero no protege a los animales contra infecciones futuras causadas por patógenos que provocan mastitis.
El tratamiento de mastitis en novillas antes del parto no es una recomendación indicada en la etiqueta de los productos. Los ganaderos deben consultar con el veterinario de su hato y establecer una relación válida cliente – paciente antes de administrar el tratamiento. Debe desarrollarse un protocolo escrito y llevarse registro actualizado de cada animal. El riesgo de residuos de antibióticos en la leche es considerado mínimo a menos que las novillas nazcan antes de tiempo. En ese caso, la leche debe ser examinada antes de enviarla al tanque para constatar que no tenga residuos de antibióticos.
Cuando se administra tratamiento de vacas secas a las novillas, los productores deben tener cuidado de no introducir bacterias nuevas al pezón durante la infusión. Los animales deben ser sujetados adecuadamente de una manera que permita al operador revisar, limpiar y desinfectar los pezones fácilmente antes del tratamiento. La literatura actual recomienda que los pezones sean limpiados primero, especialmente las puntas, con un pre-sellador yodado seguido de alcohol. El producto para vacas secas elegido debe ser infundido usando el método de inserción parcial de la cánula. Después del tratamiento, los pezones deber ser sumergidos en un sellador yodado y permitir que haya un tiempo de contacto de un minuto. Termine secando los pezones con una toalla de papel y aplicando un sellador de barrera.
Estrategias de prevención
El manejo diligente y la atención rápida a la salud de la ubre antes del parto son componentes esenciales de cualquier programa de prevención de mastitis en novillas. Al nacimiento deben ser separadas y colocadas en casetas de intemperie individuales que eviten que se mamen entre sí. Los patógenos causantes de mastitis alojados en la cavidad bucal son transferidos fácilmente de novillas infectadas al tejido mamario en desarrollo a sus compañeras de hato. No debe suministrarse a las novillas calostro combinado de varias vacas, así como calostro de vacas infectadas o vacas con status desconocido. De la misma forma, los ganaderos no deben ofrecer a las novillas leche de hospital o leche de vacas con mastitis. Si no hay más alternativa, la leche de hospital debe ser pasteurizada.
Para prevenir la diseminación de estreptococos del ambiente las novillas deben estar en instalaciones limpias y contar con control adecuado de moscas. Separe a las novillas próximas al parto del grupo de vacas secas y proporcióneles un ambiente limpio para evitar infecciones intramamarias. Inmediatamente después del parto, colecte una muestra de leche combinada de los cuatro cuartos de cada novilla recién parida y envíela al laboratorio para su análisis bacteriológico. Para reducir aún más el riesgo de mastitis del ambiente, los productores pueden vacunar a las novillas con la bacterina J5 que protege contra la mastitis por coniformes.
Además de estas estrategias, en varios estudios se ha documentado el beneficio de suplementar las raciones con selenio y vitamina E. Se cree que estos nutrientes mejoran la salud de la ubre ayudando en los mecanismos inmunológicos de defensa de la ubre.
Jennifer L. Cree