El prolapso uterino es a menudo una enfermedad secundaria a la fiebre de leche o hipocalcemia que se presenta en las vacas.
No obstante, en las novillas se puede presentar y ocurrir por sí solo. Es decir, no como consecuencia de la presencia de fiebre de leche.
El prolapso uterino no es hereditario; si ocurrió una vez, seguirá ocurriendo en cada parto.
El principal síntoma del prolapso uterino se da cuando el útero de la vaca queda completamente expulsado por fuera de ella.
Tratamiento del prolapso uterino
El útero prolapsado es una emergencia y debe ser tratado como tal.
- Se recomienda administrar una epidural para que la vaca pierda sensibilidad y no ésta no se forcé contra el médico veterinario.
- Limpiar el útero.
- Remover la placenta y, después lentamente, empujarla hacia adentro.
- Tener cuidado de no romperla.
- Si la vaca está caída, es pertinente ayudarla a sentar en posición de rana para usar la gravedad como ventaja.
- Si la vaca está de pie, buscar ayuda para que sostener el resto del útero.
Una vez que el útero está dentro de la vaca, se debe asegurar que los cuernos estén en su lugar o la vaca intentará de expulsarlo de nuevo.
Algunas personas suturan la vagina, pero una vaca todavía puede prolapsarse alrededor de las suturas.
Administrar oxitocina para ayudar a encoger el útero y dar seguimiento con antibióticos ya que el útero probablemente esté sucio. Esto evitará infecciones.
Entre las principales repercusiones que ocasiona el prolapso uterino está la presentación de metritis y disminución en la fertilidad.