Las enfermedades causadas por hemoparásitos y anaplasma, son las de mayor presentación e incidencia en Colombia; todas las zonas ganaderas localizadas en áreas de trópico bajo y trópico medio se consideran regiones enzoóticas para los hemoparásitos.
En América Latina, las hemoparasitosis bovinas representan un factor de gran importancia socioeconómica debido a las pérdidas que generan en el sector, que superan en promedio los 800 millones de dólares anuales.
En Colombia, la industria ganadera se instaura como el principal sistema de producción pecuaria, representando el 88% de la superficie agropecuaria total; tiene una participación de casi el 5% en el Producto Interno Bruto Nacional -PIB-, un 25% del PIB agropecuario y 60% del PIB pecuario, lo que conlleva a una amplia participación en la generación de empleos rurales. En este sentido, la babesiosis bovina se ha convertido en un serio obstáculo para el desarrollo de la industria ganadera. Según cálculos estimados por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) en cifras del 2001, las pérdidas económicas por enfermedades hemoparasitarias alcanzaron $12.033.360.000 anuales.
En Colombia produce importantes pérdidas económicas y está asociada con la presencia de garrapatas y otros insectos hematófagos que transmiten hemoparásitos, los cuales limitan la productividad de carne y leche de nuestro país.
La producción pecuaria en los países en desarrollo es una de las actividades más importantes, tanto que durante los últimos años la participación en los tratados de libre comercio ha posibilitado el intercambio de diversos productos con los grandes mercados mundiales. Esto exige a los ganaderos más eficiencia en todas las áreas, incluida la salud animal.
Por esta razón es preciso lograr una adecuada prevención y control de ese tipo de enfermedades, con el fin de alcanzar que la ganadería en sus diferentes modalidades, es decir carne, leche, doble propósito, sea rentable y, por ende, sea atractiva para el ganadero colombiano.
Dada la importancia de estas enfermedades, es necesario tener un conocimiento más profundo sobre la epidemiologia con el fin de tomar las medidas necesarias que reduzcan la aparición de la enfermedad y ayuden a aumentar la productividad de los hatos ganaderos.
Anaplasma y babesiosis
La anaplasmosis bovina es causada por rickettsiosis que son un grupo de enfermedades producidas por bacterias pleomorfas que se comportan como parásitos intracelulares. es una enfermedad causada por A. marginale, (Figura 1), que es la más patógena para los bovinos y A. centrale, causante de una relativa forma benigna de anaplasmosis en bovinos, que tiene un curso agudo, sobreagudo o crónico, variando su gravedad de acuerdo a la edad del animal, generalmente moderada en becerros de hasta un año de edad; aguda, pero no fatal en animales de hasta dos años de edad; aguda y ocasionalmente fatal en bovinos de hasta tres años de edad e hiperaguda y frecuentemente fatal en animales de tres años en adelante.
Los principales síntomas que presenta el bovino afectado son: Inapetencia, depresión, debilidad, elevada temperatura corporal (raramente supera los 41º C), rápida caída de la producción láctea en vacas en lactación, anemia, marcada ictericia, trastornos digestivos, deshidratación y abortos. No se presenta hemoglobinuria.
La anaplasmosis se puede transmitir por varios mecanismos, uno de los más comunes es a través de insectos hematófagos como garrapatas del género Boophilus spp y Tabanus spp, otra forma de transmisión es a través de agujas, jeringas, machetas y otros instrumentos empleados en las prácticas rurales contaminados, que facilitan el pasaje de sangre rápidamente de un bovino infectado a otro susceptible.
La anaplasmosis también es conocida como: Ranilla blanca, fiebre de garrapatas, tristeza bovina, huequera, cahera o buenamoza.
Babesiosis. (Figura 2)
En Colombia la babesiosis bovina es provocada por protozoos del género Babesia y que suele afectar a los animales domésticos, es producida por babesia bigemina y babesia bovis, las cuales son transmitidas transováricamente por la garrapata Rhipicepphalus (Boophilus) microplus .
Cuando la babesia se encuentra dentro del bovino se pueden presentar diferentes tipos de acciones patógenas: acción mecánica (rotura de glóbulos rojos); acción tóxica (mediante la elaboración y excreción de productos tóxicos, tras el metabolismo de los zoítos, demostrada a nivel de SNC) y acción expoliadora, en cuanto compite por determinadas sustancias con el organismo hospedador (p. ej., hemoglobinemia)
El período de incubación es de 8 a 10 días, algunos autores señalan que de 2 a 3 semanas se manifiestan los signos clínicos. Los animales se pueden encontrar con fiebre alta (más de 41°C), anorexia, depresión, debilidad, cese de la rumia, pérdida de peso y caída de la producción láctea. Se puede observar un cambio en la coloración de las mucosas y conjuntivas, lo que indica una anemia grave. La muerte en algunos casos puede sobrevenir en 24 horas. Los animales gestantes abortan, los animales jóvenes presentan un cuadro subagudo caracterizado por fiebre sin hemoglobinuria. En áreas enzoóticas ha ocurrido encefalitis con incoordinación seguida de parálisis posterior y convulsiones. La sangre se adelgaza y se vuelve acuosa, la mortalidad puede llegar al 50% o más.
Comúnmente la babesiosis también se conoce como: fiebre de garrapata, tristeza bovina, fiebre de Texas, ranilla roja, fiebre esplénica, hemoglobinuria o piroplamosis
Alternativas para el control de babesiosis y anaplasmosis
El país está ubicado en una región netamente marginal para la garrapata Rhipicephalus (Boophilus) microplus, (paralelo 30°-35° Latitud Sur) y es el vector responsable de transmitir las babesias y también interviene en la anaplamosis, las condiciones macro climáticas, hace que las garrapatas se presenten en el país de 2,5 a 3 generaciones al año, en el cual deben tenerse en cuenta los siguientes aspectos:
- Conocimiento de la epidemiologia de los parásitos y su relación con la epidemiologia de los vectores.
- Sistema productivo en relación factores medio ambientales, temperatura – humedad
- Elegir fármacos indicados con registro ICA., tener en cuenta calidad, espectro, dosis y margen de seguridad.
- Aplicación racional de baños garrapaticidas. (Impacto pulverización)
- Mejoramiento genético de animales resistentes a garrapatas en ganaderías tropicales (cruces).
- Control biológico y depredadores naturales.
- Control estratégico de garrapatas alternando el uso de acaricidas con inhibidores de quitina (FLUATAC DUO) y endectocidas (MASTER LP).
- Manejo de praderas, rotación de potreros.
- Utilización de vacunas contra garrapatas.
Tripanosomosis
La Tripanosomiasis es un término que agrupa enfermedades tanto del hombre como de los animales (bovinos, ovinos, caprinos, equinos, otros animales domésticos y salvajes), producidas por una o más especies de protozoarios, parásitos unicelulares pertenecientes al género Tripanosoma. Genera un problema recurrente de gran impacto económico y de comportamiento impredecible. La Tripanosomosis se conoce comúnmente como Mal de cadera o Renguera.
En Colombia, la Tripanosomosis es producida por Tripanosoma vivax.Se desconoce el modo de transmisión y no se ha realizado una investigación que permita aclarar este punto. Algunos autores se refieren a transmisión mecánica por la picadura de insectos.
Se cree comúnmente que tábanos, moscas picadoras, mosquitos, agujas y vampiros actúan como vectores mecánicos, también se ha demostrado transmisión transplacentaria. Los brotes se presentan cuando hay introducción de animales extraños, disminución de la disponibilidad de agua y/o alimento (otros factores de estrés), aumento de animales susceptibles, aumento de población de vectores.
La sintomatología clínica del ganado bovino afectado presenta: Fiebre intermitente, anemia y pérdida de peso, curso crónico con alta mortalidad, especialmente si hay pobre nutrición y otros factores de estrés. Popularmente esta enfermedad se toma como un componente de síndrome de secadera.
Alternativas para el tratamiento de la Babesiosis, Anaplasmosis y Tripanosomosiasis
Solamente se tratarán algunos productos que se están utilizando en Colombia.
Denomina Diaceturato (PIROFORT)
Está indicado para la profilaxis y tratamiento de la babesiosis, piroplasmosis y tripanosomiasis varias especies animales. En general es un derivado de las diamidinas aromáticas. Es un fármaco antiprotozoario que afecta la estructura fina y las funciones de membrana de dichos microorganismos y en algunos casos (tripanosomas) se une al ADN del parásito, además de bloquear el metabolismo energético. Sumamente útil en el tratamiento de la babesia bovina.
Para babesia (piroplasmosis): 3,5 mg/kg de Diminazeno o 1 mL de la solución por cada 20 kg de peso corporal, en dosis única. Para tripanosomas: 7,0 mg/kg de Diminazeno o 1 mL de la solución por cada 10 kg de peso corporal en dosis única.
Imidocarb
Pertenece a la familia de las carbanilidas. Su eficacia ha sido descrita para el tratamiento y profilaxis de la babeosis y anaplasmosis bovina. La sal de diprionato de imidocarb tiene la ventaja de tener una mayor solubilidad y tolerancia para el ganado. El medicamento se comercializa en forma de solución inyectable al 10% y la dosis de 1 mg/kg., para la babesiosis, 2.5 mg/kg para anaplasmosis. La dosis preventiva para Babesia es de 3 mg/kg.
Oxitetraciclina (OUROTRETA PREMIUN)
Se trata de un derivado de la familia de los antibióticos tetraciclínicos, extraído del Streptomyces rimosus, con acciones bacteriostáticas – bactericidas sobre numerosos microorganismos grampositivos y gramnegativos, Mycoplasma, Rickettsia, etc., Responsables de infecciones respiratorias, genitourinarias y cutáneomucosas.
Su mecanismo de acción se desarrolla sobre los ribosomas microbianos en donde altera la síntesis de proteínas e inhibe el desarrollo y crecimiento (efecto bacteriostático) del microorganismo, aunque pueden actuar como bactericidas al alcanzar elevadas concentraciones en ciertos tejidos.
Aplicar la dosis de 1 mL para cada 10 kg de peso corporal (20 mg de Oxitetraciclina y 1,0 mg de Diclofenaco por kg de peso corporal), por las vías intramuscular profunda o subcutánea en bovinos. Se debe respetar el volumen máximo de 10 mL para bovinos adultos y de 5 mL para becerros por sitio de aplicación. En las aplicaciones por la vía intravenosa lenta, administrar la dosis de 1 mL para cada 20 kg de peso corporal (10 mg de Oxitetraciclina y 0,5 mg de Diclofenaco.)
Fernando Hecney Sedano Ramírez
Especialista Técnico Salud Animal Ourofino – Colombiafernando.sedano@ourofino.com