La pérdida antes de los 42 días se define como muerte embrionaria o aborto bovino. El aborto bovino puede ser causado por procesos infecciosos o no infecciosos. El aborto infeccioso es el resultado de la infección de la hembra que llega al feto por la circulación materna.
Los agentes infecciosos causantes de aborto bovino son los siguientes:
Virus: IBR, DVB, fiebre aftosa.
Bacterias: Brucelas, Campylobacter, Leptospira, Listeria, Clamidia, Corynebacterium, Haemophilus Somus, Salmonelas, micoplasmas.
Parásitos: Tricomonas, Neospora, Anaplasma.
Hongos: Aspergilus spp, Mucor spp, Rhizopus spp.
Los agentes no infecciosos que han sido incriminados como causas de aborto carecen de pruebas específicas. Probablemente la mayoría de los agentes no infecciosos que afectan al feto lo hacen cruzando placenta materna y entrando al feto o en la placenta o en ambas, produciendo muerte fetal y/o anormalidades de severidad variable; como consecuencia de la muerte del feto se produce su expulsión como estímulo a un cuerpo extraño.
Dentro de los agentes no infecciosos más comunes se encuentran los nitratos, dosis altas de estrógenos, corticoides y prostaglandinas, deficiencia de vitamina A o Yodo, anomalías fetales, gemelos, alergias, anafilaxia, exploración ginecológica y rectal realizados con poca práctica por persona no idónea en el tema.
Dentro de las infecciosas de origen bacteriano la más común y frecuente es la Brucelosis causada por Brucela abortus que causa aborto en el segundo tercio de la gestación, generalmente en el séptimo mes.
Cómo se contagia la Brucelosis
En condiciones naturales (a campo) el ganado susceptible se contagia por contacto con ganado infectado o por exposición a un ambiente contaminado.
El gran difusor de esta enfermedad es el vientre infectado, cuyo feto muere y es expulsado y que luego de este aborto (que puede ser a término o incluso nacer un ternero débil que morirá) elimina con el feto, la placenta y las descargas genitales, miles de millones de Brucellas(durante varias semanas o meses) contaminando pasto, agua, etc., dejando este ambiente con capacidad infectante por largos períodos (meses).
A esta altura cabe hacer un comentario sobre algunos mitos que existen con respecto a la forma de contagio de esta enfermedad. En primer lugar «el toro». El toro es susceptible a la Brucelosis y cuando está infectado suele desarrollar patologías en los órganos genitales (vesiculitis, epididimitis, orquitis purulentas o no, etc.), e incluso puede eliminar Brucellas con su semen.
Sin embargo, está muy bien demostrado que en monta natural es casi imposible que se transmita la enfermedad. Esto es porque en la monta natural, la eyaculación es en la vagina y ésta tiene anticuerpos naturales que destruyen a la Brucella.
Distinto es el caso si ese mismo toro se utiliza en inseminación artificial (en la cual el semen es depositado dentro del útero, salteando la barrera natural de la vagina) donde sí es transmisor de la enfermedad.
Otro mito es la transmisión a través de animales silvestres (pájaros, liebres, mulitas, etc.) que llevan la infección de potreros «sucios» a potreros “limpios”. En este caso también está demostrado que esta forma (aunque posible) es excepcional.
Concluyendo, el factor más importante de contagio es la hembra abortada y el ambiente que ella contamina, teniendo muy escasa importancia el resto (salvo el toro en inseminación artificial).
La categoría más sensible a infectarse es la hembra preñada, siendo mucho más resistentes las hembras prepú-beres o vacías y los machos enteros y muy resistentes los novillos.
Cómo se diagnostica
La enfermedad, se sospecha cuando hay aborto (especialmente en la segunda mitad de la gestación). Se puede hacer un diagnóstico presuntivo con lo anterior más las lesiones de feto (inflamación y edema) y placenta (necrosis de cotiledones y presencia de un exudado marronáceo) o también el incremento de los terneros muertos a término y de las retenciones de placenta.