Este último artículo de la serie Salud Integral en el Hato Ganadero Eficiente, está destinado a las Enfermedades Virales de la Reproducción, también conocidas como Rinotraqueítis Infecciosa Bovina (IBR por sus siglas en ingles) y Diarrea Viral Bovina (DVB); siendo éstas las más importantes desde el punto de vista reproductivo dentro del llamado Complejo Respiratorio y Reproductivo Bovino (CRRB).
En el campo, son muchas las opiniones que se generan sobre la actividad de los virus de IBR y DVB; además con una gran diversidad de criterios, muchos de ellos parcialmente ciertos, otros muy alejados de la realidad y sin sustento científico los que promueven y dan cabida a la formación de creencias entorno a estos virus y su impacto dentro de la empresa ganadera.
Quizás la frase más común en referencia a la actividad de los virus de IBR y DVB es: “la reproducción está bien y no veo los problemas en la finca”; esta expresión engloba una cantidad de situaciones que se pueden derivar de ella misma. La primera y, casi más importante, es la confiabilidad de los registros reproductivos; es muy difícil evaluar el desempeño reproductivo de un hato sin una sólida base de información que permita mirar a todos sus integrantes desde diferentes ángulos, usando los parámetros correctos para cría (ej. Eficiencia Reproductiva) y no adaptando los parámetros comunes de una operación lechera a una de cría que en muchos aspectos es totalmente diferente (ej. Días Abiertos).
La segunda situación muy común es la ausencia de metas zootécnicas establecidas; en la mayoría de las fincas la reproducción es un reto inmenso que usualmente se va observando mes a mes, y hasta de manera individual en cada hembra, sin la más mínima certidumbre o proyección en el tiempo de lo que se espera alcanzar, lo que conlleva a que muchas veces el resultado, bueno, regular o malo, se conoce al final del ejercicio cuando ya no hay tiempo para determinar causas y mucho menos para tomar acciones que intenten solventar los problemas y alcanzar el objetivo.
La tercera situación que deriva del enunciado “la reproducción está bien y no veo los problemas en la finca”, tiene su sustento sobre la sinergia de las dos descritas anteriormente y se consolida en el hecho que “nadie encuentra, lo que no conoce”, por lo que hay que conocer claramente qué se busca y, así poder tener más opciones de encontrar las evidencias para que, finalmente lo oculto se haga visible y de esta manera poder definir un camino a seguir, bien sea como acciones de intervención (corto plazo) y/o de establecimiento (mediano y largo plazo).
Rinotraqueítis infecciosa bovina (IBR)
El virus de IBR (BHV-1) por pertenecer a la familia Herpesviridae (herpes) tiene la característica de generar un Estado de Latencia por lo que todo animal infectado se mantendrá así por el resto de su vida. El virus de IBR fue descrito inicialmente en Estados Unidos de Norteamérica como un cuadro respiratorio severo, con lesiones erosivas sobre todo en el tracto respiratorio superior donde resaltaba la afección de la piel del morro lo que llevó a que fuera llamado como “morro rojo”, afortunadamente este cuadro respiratorio es muy escasamente observado por la alta seroprevalencia de esta enfermedad en los hatos.
En la actualidad, el virus de IBR tiene gran importancia dentro del llamado CRRB ya que potencia pérdidas económicas por su rol muy activo como causal de problemas reproductivos de toda índole, llamativos abortos, pérdidas embrionarias tempranas, inflamación de ovarios, subfertilidad, infertilidad, desbalances en las hormonas de la reproducción como principales efectos; y como predisponente de neumonía por Mannheimia haemolityca (anteriormente Pasteurella haemolityca) mayoritariamente en animales jóvenes.
Otras manifestaciones de IBR contemplan afectaciones genitales (venéreas) como balanopostitis en el toro, vulvovaginitis en la hembra, que cursan con lesiones erosivas y muy dolorosas que terminan con cicatrices blanquecinas en la mucosa del pene y la vulva-vagina; también se pueden observar cuadros neurológicos, dermatológicos, metritis y hasta mastitis los cuales son muy poco frecuentes.
En Colombia, la actividad del virus de IBR no es muy diferente a la observada en otros países; la seroprevalencia es alrededor del 68% variando levemente entre fincas y entre departamentos pero manteniendo una consistencia; más del 95% de las fincas muestreadas tienen al menos un (1) animal positivo para IBR.
Muchos son los trabajos de investigación serios que soportan la actividad de IBR en los hatos colombianos, se han logrado aislamientos virales en diferentes departamentos y regiones, se ha demostrado ampliamente la presencia mediante pruebas de laboratorio como ELISA y seroneutralización, de tal forma que no deben existir dudas de los potenciales impactos presentes en los hatos por efecto de IBR, y quizás la muestra más importante de esta actividad es cuando se establecen Programas de Vacunación bien diseñados, aplicando criterios de Dinámica Poblacional y Ventanas de Susceptibilidad en los hatos, observándose notables mejoras en los parámetros reproductivos en el corto plazo convirtiéndose este hecho en la prueba empírica confirmatoria de campo. (Ver Parte I y II de esta serie en ediciones anteriores. No 56 y 57 Revista Genética Bovina Colombiana)
Diarrea viral bovina (DVB)
El virus de la DVB es uno de los de mayor importancia en la producción bovina mundial, es sujeto de constante monitoreo en explotaciones intensivas en los países desarrollados, particularmente por el efecto que ejercen los animales Persistentemente Infectados (PI) sobre el resto del hato, por las pérdidas económicas asociadas a la enfermedad respiratoria y/o reproductiva de este virus, por su efecto sobre la salud general del hato dado su carácter inmunosupresor y por la dificultad de su control por ser altamente mutante.
Hay una amplia variedad de evidencia de este virus en Colombia, desde su confirmación serológica en 1975, pasando por su aislamiento diez años después en Bogotá y la detección de animales PI en 1996. Diversas fuentes indican que la seroprevalencia de DVB en Colombia está alrededor del 46% lo cual es consistente con los datos de seroprevalencia mundial dejando clara la actividad de este virus en los hatos colombianos.
Dentro de los efectos más notorios del virus de DVB se encuentra la afección sobre el desarrollo ovárico, con reducción en la funcionalidad y secreción hormonal, la formación de animales PI cuando el feto se afecta entre los 40-120 días de gestación, las malformaciones congénitas como espina bífida, hidrocefalia, malformaciones articulares (artrogriposis) y pobre desarrollo del cerebelo (hipoplasia cerebelar) que se presentan cuando la infección fetal ocurre entre los 100 a 120 días de gestación.
Desde la perspectiva epidemiológica, los animales PI son el centro de atención dado su alto potencial contaminante y transmisor del virus, para los que se han desarrollado pruebas diagnósticas rápidas (biopsia de piel de la oreja) con el objetivo de identificarlos tempranamente antes de ser ingresados a los hatos, practica muy común en los llamados corrales de engorde o Feed Lot; afortunadamente, algunos reportes indican que entre el 2%-4% de la población pueden ser animales PI, esta baja proporción de animales usualmente mueren a los pocos días de nacidos, lo que en cierta manera limita un poco la diseminación de la enfermedad.
Mecanismos de prevención y control
Existen claramente dos corrientes mundiales para el control y prevención de los virus de IBR y DVB; una es la corriente que promueve la erradicación con resultados poco convincentes (casos de Holanda y Suiza), con altísimos costos y siendo aplicados en sistemas productivos pequeños de fácil manejo que permiten este acercamiento; la segunda corriente, se sustenta en esquemas de vacunación rígidos y monitoreo sistemático de los hatos, la que además de ser la más usada en el mundo, define sus objetivos principales en alcanzar la disminución del impacto económico de estas enfermedades, potenciar la eficiencia reproductiva-productiva y asegurar el control de ellas dentro del hato.
El mercado ofrece una gran variedad de biológicos para el control y prevención de los virus del CRRB, sin embargo, la selección de la vacuna a usar en el hato debe apoyarse en el objetivo buscado. Es más que conocida la superioridad de las vacunas vivas para el control y prevención de los virus de IBR y DVB; además hay vacunas que combinan virus vivos químicamente modificados y virus inactivados o muertos que han comprobado su efecto de Protección Fetal (FP) para la formación de animales PI, y vacunas inactivadas o muertas.
Desde el punto de vista normativo, todas las vacunas cumplen con las exigencias del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) como garante de los insumos veterinarios en Colombia, sin embargo, la amplitud y fuerza de la respuesta inmune del hato a estas vacunas es inherente a su composición. En muchas publicaciones serias se ha demostrado mediante estudios de desafío que las vacunas con componentes virales vivos han dado resultados superiores para el control de los efectos de IBR y DVB en los animales, razón por la cual son las más usadas mundialmente.
Es común ver hatos vacunados aplicando esquemas sanitarios y criterios diversos que no logran evidenciar las mejoras en aspectos reproductivos desencadenando el abandono del programa; esto es simplemente el resultado de no dedicar suficiente tiempo al análisis de la situación general del hato como se mencionó al inicio, de la aplicación de vacunaciones “a evento” que dejan brechas inmunes en el hato, de la implementación de esquemas pre-definidos y no adaptados a la necesidad real de cada hato, de la imprecisa interpretación de resultados de laboratorio, de pruebas de laboratorio erróneamente manejadas y procesadas (ej. muestras pool), de no definir claramente cuál es el objetivo (ej. favorecer la preñez, proteger la preñez, controlar los abortos, etc.) y del desconocimiento de cómo actúan estas enfermedades asociadas (IBR, DVB y Leptospira) en ambientes de trópico alto, medio o bajo.
Finalmente, instaurar un Programa Sanitario Integral en el Hato es factor clave de éxito para toda explotación ganadera; el impacto financiero de estos programas en términos de costos no supera el 6% del total de costos de producción, sin embargo, la ausencia de salud impacta directamente en los niveles productivos y además aumenta los gastos de tratamiento, lo cual genera una brecha inmensa de gastos-costos disminuyendo efectivamente la rentabilidad de la operación.
La serie Salud Integral en el Hato Ganadero Eficiente tuvo como objetivo desglosar aspectos técnicos, operacionales y financieros que hacen más eficiente y rentable a la operación ganadera de cría en el trópico, cada una de sus ediciones buscó abrir discusiones que favorecieran el desarrollo ganadero Colombiano, con miras a encontrar llaves que abrieran más y mejores puertas para capitalizar las oportunidades presentes y futuras, invitando a trabajar sobre aquellos aspectos inherentes al empresario ganadero, a su empresa, a sus activos y pasivos, pero sobre todo a la conciencia de la gente ganadera como su capital más valioso.
Juan C. Alvarez S.; MV, MBA