En la medicina veterinaria moderna no se está escatimando en los tratamientos preventivos. Así pues, para evitar la aparición de las enfermedades debemos controlar los factores de riesgo, adoptando las medidas necesarias e instaurando un programa de recorte de pezuñas (Podología bovina responsable) frecuente realizado por un técnico profesional y capacitado dando bienestar a todos los animales de producción.
La pezuña es una estructura sumamente importante para la adecuada locomoción del bovino.
Primero que todo, es la interfaz entre el animal y la superficie sobre la cual se encuentra parado. Entre las 4 extremidades, cada una con 2 dedos, se encargan de soportar la totalidad del peso de dicho cuerpo, repartiendo las cargas entre miembros anteriores y posteriores (60% y 40% respectivamente).
La armonía de todas sus estructuras anatómicas hacen que en condiciones normales todo funcione perfectamente y para esto debe haber un recorte periódico de pezuñas dentro de las actividades rutinarias de la ganadería.
Pero, ?qué pasa cuando no hay un programa de recorte de pezuñas preventivo?
Las pezuñas son un órgano del cuerpo en constante crecimiento que necesita estar en buen estado y más aún cuando hemos modificado las condiciones naturales para las que el animal está diseñado.
Características como el ángulo, grosor de la suela, estabilidad de las paredes y longitud de la misma, son de vital importancia para el buen desempeño productivo y reproductivo; sin éstas el animal no está 100% confortable, existe dolor, incomodidad y la economía de la empresa empieza a verse afectada. (Tratamientos con medicinas, caída de la condición corporal, infertilidad y descarte).
Existen dos causas para que el ganado experimente cambios no deseados en sus pezuñas:
En ambos se evidencia que el apoyo cambia hacia zonas no aptas para soportar el peso del animal, afectando inicialmente la 3ra falange (hueso insertado en la pezuña) que es quizá una de las estructuras más importantes del pie bovino.
Al recibir constantes presiones y traumas indebidos, el hueso reacciona ante las injurias formando espículas y espolones óseos sumamente dolorosos, incómodos e irreversibles.
Cabe anotar que las cojeras crónicas son cada vez más comunes en la ganadería moderna por falta de tratamiento profesional oportuno y efectivo.
Cómo inician las cojeras
La inadecuada presión sobre el hueso (3ra falange) genera una interrupción del flujo sanguíneo que en este caso sería el “alimento”para la fabricación de tejido córneo sano.
Cuando éste no llega adecuadamente, el tejido de la zona de apoyo empieza a perder calidad hasta el punto de morirse (necrosis) y exponerse a las bacterias oportunistas del medio ambiente formando úlceras, abscesos e infecciones difusas de muy mal pronóstico si no se tratan en el menor tiempo posible.
Los tratamientos en estos animales problema (toros reproductores y vacas) son costosos para la empresa y muy complejos para nosotros como veterinarios especialistas en el tema; más aún cuando nos reportan situaciones que llevan mucho tiempo en su evolución, es decir, cojeras crónicas.
Los daños irreversibles y el impacto económico dentro del negocio empiezan a tomar fuerza dejando incalculables pérdidas.
Costos de una cojera
⁃ Honorarios veterinarios
⁃ Medicamentos
⁃ Descarte de leche
⁃ Caída de la condición corporal
⁃ Infertilidad
⁃ Descarte
Prevención y alimentos provenientes de animales sanos
Hoy en día toma mucha más fuerza el tema para los habitantes de las ciudades que exigen alimentos de buena procedencia, de animales saludables, confortables y producidos naturalmente. Por esto, ser ganaderos responsables es una oportunidad para defender el sector y, que el producto terminado que se lleva a la mesa de las personas, vaya ligado al bienestar del animal.
Es responsabilidad de cada uno de nosotros que pertenecemos al sector ganadero mostrar la mejor imagen para defender el gremio y un producto alimenticio de excelente calidad.
Juan Diego Cadavid G.
MVZ Universidad Ces
Podólogo Bovino Especializado
Dairyland Hoof Care Institute